En esta noticia

El inesperado desplome de un guardia montado de la Guardia de Coldstream durante un ensayo del desfile real en Londres encendió las alarmas en el Palacio de Buckingham y pone en tela de juicio la continuidad de ciertas tradiciones monárquicas bajo el reinado del rey Carlos III. El incidente ocurrió en medio de un sofocante calor, mientras más de 1.000 soldados participaban en la revisión del Mayor de Brigada, un evento previo al Trooping the Colour, la ceremonia por el cumpleaños del Rey.

Aunque la Corona británica aún no emitió un comunicado oficial sobre el desmayo, el episodio expone una preocupante cadena de colapsos y desmayos durante actos ceremoniales bajo temperaturas extremas.

La presión sobre el rey Carlos III crece, no solo por la seguridad del personal militar, sino por el simbolismo que estos eventos tienen para la imagen de la monarquía en tiempos de crisis climática y críticas públicas.

La Corona britránica bajo la lupa: el patrón peligroso en los actos reales

El colapso fatal de este jueves no es un caso aislado. En marzo, un miembro de la Guardia Irlandesa casi se desmaya frente a las cámaras durante otro acto ceremonial. Y durante el funeral de la reina Isabel II en 2022, varios soldados también sufrieron desmayos, algunos necesitados de atención médica inmediata.

Las olas de calor que afectan a Reino Unido agravan el problema, como ocurrió en la primera de 2024, cuando un guardia cayó en pleno ensayo con 27 °C. Pese a estos antecedentes, los ensayos y desfiles continúan sin adaptaciones significativas.

Trooping the Colour: tensión antes del cumpleaños del Rey

La ceremonia oficial por el cumpleaños del Rey, Trooping the Colour, está prevista para el 14 de junio, con la asistencia de todos los miembros de la realeza.

Será el tercer desfile de Carlos III como monarca, y llega envuelto en polémica y reclamos de revisión sobre los protocolos de seguridad y salud de las tropas reales.

El incidente de este jueves ensombrece el evento de la Corona británica y plantea una pregunta incómoda: ¿podrá el rey Carlos III modernizar las tradiciones reales sin poner en riesgo la vida de quienes las sostienen?