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El derecho a obtener la ciudadanía italiana por descendencia está respaldado por la legislación del país. En esta línea, se confirmó un listado completo de apellidos que tienen prioridad en el trámite del documento, por lo que se sugiere prestar atención al beneficio exclusivo.
De acuerdo con el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de Italia (MAECI), cualquier persona puede iniciar el trámite para obtener la nacionalidad italiana si consigue probar su vínculo directo con un antepasado nacido en Italia, siempre y cuando sea hijo o nieto.
Gracias a este sistema, miles de personas en América Latina -particularmente en Argentina, Brasil y Uruguay- pudieron acceder a la ciudadanía italiana sin haber vivido antes en Europa.
¿Cómo funciona el derecho de sangre en Italia?
En el pasado, era posible obtener la ciudadanía italiana mediante el derecho de sangre, lo que permitía a los descendientes solicitarla sin importar cuántas generaciones los separaran de su ancestro.
Aunque este sistema tuvo un papel clave durante décadas, ahora entró en vigor un decreto que cambia la situación de forma trascendental. Solo podrán acceder a los trámites quienes sean hijos o nietos directos de ciudadanos italianos. Quienes descienden de bisabuelos ya no podrán gestionar el documento desde el país de origen.
No obstante, con la normativa aún pendiente de la firma definitiva de la primera ministra Giorgia Meloni, existen dos vías legales que seguirían disponibles.
- Obtener un permiso de residencia en Italia para poder iniciar el proceso de solicitud de ciudadanía.
- Recurrir a la vía judicial, a través de una demanda por reconocimiento de derecho de nacimiento. En este caso, el interesado otorga un poder a un abogado en Italia, quien tramita el caso ante los tribunales.
¿Quiénes tienen prioridad en el trámite de la ciudadanía italiana?
Aunque el acceso a la ciudadanía italiana está condicionado, en última instancia, a la presentación de documentación válida que acredite el vínculo familiar, en la práctica el Gobierno suele otorgar cierta prioridad administrativa a solicitantes con apellidos tradicionalmente asociados a regiones específicas del país, tanto del norte como del sur.
Esta preferencia no está formalizada en la legislación, pero es reconocida en varias oficinas consulares como un criterio orientador que puede facilitar la revisión inicial del expediente.
¿Qué apellidos tienen prioridad en el trámite de la ciudadanía italiana?
Aunque la legislación italiana no contempla un registro oficial con validez jurídica sobre apellidos vinculados a la inmigración, varios consulados y fuentes diplomáticas dieron a conocer listados informales con nombres de familia frecuentemente asociados a la descendencia italiana.
A continuación, el listado completo:
Apellidos con A
Abate, Abà, Labate, Abatino, Abatantuono, Abaterusso, Abaticola, Achilla, Achille, Achilleo, Achillini, Anes, Anesin, Anesini, Annes, Annesi.
Apellidos con B
Bianchini, Bianchetti, Biancone, Lo Bianc, Bottari, Bottarelli, Bottarini, Bottaro.
Apellidos con C
Chiletti, Chiloni, Chilesotti.
Apellidos con D
Deanesi, De Anesi, Bianco, Bianchi, Dal Bianco, Di Giovanni, Della Giovanna, Da Rossa.
Apellidos con E
Espósito, Espositi, Degli Sposti.
Apellidos con F
Fiore, Di Fiore, Fiorelli, Fiorucci, Fiorio, Fioribello, Flores.
Apellidos con G
Giovannetti, Giannelli, Giannoli, Giani, Giannetti.
Apellidos con L
Lo Russo, La Russa, Larossa.
Apellidos con N
Natale, Natali, Natalino, Nalato, Nadali, Nalesso, Nadin.
Apellidos con R
Ricci, Riccio, Rizzi, Rizzo, Rizza, Rizzati, Risso, Lo Riccio.
Apellidos con S
Sorace, Soraci, Surace, Suraci, Soracca, Soracchi, Soracco.
Apellidos con V y Z
Vani, Vannucci, Vannicelli, Vanno, Vanetto, Zanella, Zanoli, Zannier.
Si bien tener uno de estos apellidos puede facilitar ciertos aspectos del trámite, es importante tener presente que no implica un derecho automático a la ciudadanía. La presentación de la documentación que acredite el vínculo genealógico sigue siendo un requisito fundamental para las autoridades.
