En esta noticia

Dormir en completa oscuridad es un hábito que millones de personas adoptan cada noche con la idea de mejorar su descanso y cuidar su salud. Durante años, ese consejo se instaló como una regla de oro dentro de la higiene del sueño.

Sin embargo, investigaciones recientes al respecto están mostrando que la relación entre la oscuridad a la hora de descansar y el bienestar no es tan lineal como parece. Según distintos especialistas, la ausencia total de luz puede alterar los ritmos internos del cuerpo y generar efectos inesperados en el metabolismo, el estado de ánimo y la forma en que despertamos cada mañana.

A continuación, te contamos cómo dormir con todas las luces apagadas puede impactar en tu salud, y qué recomiendan los especialistas.

¿Duermes completamente a oscuras? así puede impactar en tu salud

La idea tradicional es que, al entrar en un cuarto completamente oscuro, la glándula pineal comienza a liberar melatonina, señal de que el cuerpo debe descansar. Esa hormona regula el ciclo sueño-vigilia, ayuda a conciliar el sueño y favorece su profundidad.

A continuación, te contamos cómo dormir con todas las luces apagadas puede impactar en tu salud, y qué recomiendan los especialistas.
A continuación, te contamos cómo dormir con todas las luces apagadas puede impactar en tu salud, y qué recomiendan los especialistas.

Reducir la exposición a luz mejora el despliegue natural de ritmos circadianos. En teoría, eso permite que funciones como la temperatura corporal, la secreción hormonal y la regulación del metabolismo respondan de forma sincrónica.

Para muchos, dormir a oscuras sigue siendo un aliado del descanso. Sin embargo, esto empieza a cuestionarse frente a nuevos estudios científicos.

Dormir con luz o en total oscuridad: qué recomiendan los expertos

Dormir con luces encendidas eleva la frecuencia cardíaca, interrumpe la producción de melatonina y fragmenta el sueño, lo que aumenta el riesgo de problemas cardíacos y metabólicos.

En cambio, la oscuridad absoluta favorece un descanso profundo, aunque puede desajustar el ritmo circadiano si al despertar no hay suficiente exposición a luz natural.

Por eso, los especialistas aconsejan un punto medio: dormir en oscuridad moderada, sin luces directas ni pantallas, pero permitiendo una iluminación tenue solo si es necesaria. Lo fundamental es recibir luz por la mañana para mantener estable el ciclo sueño-vigilia y evitar impactos negativos en el organismo.

Recomendaciones para un buen descanso

  • Dormir con oscuridad moderada, evitando luces fuertes, pero sin necesidad de un “negro absoluto”.
  • Mantener las pantallas apagadas al menos una hora antes de dormir para no inhibir la melatonina.
  • Usar cortinas blackout o máscaras si hay contaminación lumínica externa.
  • Encender solo luces tenues si necesitas levantarte durante la noche.
  • Exponerte a luz natural por la mañana para sincronizar el reloj interno.
  • Mantener horarios regulares de sueño y despertar todos los días.
  • Evitar cenas pesadas, cafeína o alcohol justo antes de dormir.
  • Mantener la habitación fresca, ventilada y silenciosa para apoyar un sueño profundo.