

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realizó un importante descubrimiento en la Plaza Elevada de la Zona Arqueológica de Ek Balam, en Yucatán. Se trata de una cisterna que había permanecido oculta durante siglos.
El descubrimiento fue anunciado durante una conferencia de prensa matutina presidida por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
En la sesión informativa, se detallaron los resultados derivados de las actividades de rescate arqueológico llevadas a cabo en los siete segmentos que integran el plan del Tren Maya.

Descubrimiento histórico en Yucatán
En el marco del Programa de Rescate y Conversación de la Zona Arqueológica Ek Balam, los especialistas descubrieron nueve recintos habitacionales de élite.
Además, se identificaron dos depósitos de agua creados artificialmente. Uno de ellos estaba ubicado en el extremo septentrional, mientras que el segundo se hallaba en el lado meridional.
Este último depósito, rellenado con estratos de tierra, escombros y piedras, se utilizó como sitio de depósito de restos mortuorios.
Según el INAH, la cisterna antigua fue readaptada para funcionar como cámara funeraria. Dentro de este recinto, los expertos identificaron restos óseos que serán objeto de análisis bioarqueológicos.

¿Cómo es la cisterna?
El depósito de agua de Ek' Balam es una estructura artificial situada en la zona arqueológica de la ciudad maya homónima en Yucatán.
La zona de recolección de agua presenta un diámetro medio de 3 metros. Está cercada por un muro de piedra de baja altura, dispuesto con doble vista.
El chultún, como se conoce a este tipo de depósitos, tiene un diámetro promedio de 2.10 metros y una profundidad de 2.98 metros.
Por último, en su punto central, reposa una pequeña piedra cilíndrica que simboliza un altar.











