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Donald Trump intensificó este martes su retórica contra el gobierno venezolano al advertir que los días de Nicolás Maduro están “contados” y no descartar una posible intervención militar terrestre en el país sudamericano. Las declaraciones, realizadas durante una entrevista con el medio Politico, marcan un nuevo capítulo en la escalada de tensiones entre Washington y Caracas.

“Sus días están contados”, afirmó el presidente estadounidense cuando le preguntaron hasta dónde estaría dispuesto a llegar para sacar a Maduro del poder.

La advertencia adquiere mayor peso en el contexto de la creciente presión militar que Estados Unidos ejerce sobre Venezuela desde mediados de año. Sin embargo, el mandatario estadounidense se mostró evasivo al ser consultado sobre la posibilidad de desplegar tropas en territorio venezolano.

La periodista Dasha Burns intentó obtener una respuesta clara sobre si podía descartarse una intervención terrestre, pero Trump se negó a precisar sus intenciones. “No quiero confirmarlo ni descartarlo. No quiero hablar de eso. ¿Por qué hablaría de eso con Politico, una publicación tan hostil conmigo?”, respondió el presidente, dejando abierta una opción que históricamente Estados Unidos ha utilizado en otras naciones de la región.

“Sus días están contados”, afirmó el presidente estadounidense cuando le preguntaron por Maduro.
“Sus días están contados”, afirmó el presidente estadounidense cuando le preguntaron por Maduro.Fuente: EPA/POLITICO POOLFrancis Chung / POOL

Presión en aumento y operación militar sin precedentes

La administración Trump, que no reconoce la legitimidad del gobierno de Maduro y lo acusa de liderar el Cartel de los Soles, desplegó desde mediados de año una operación militar sin precedentes en aguas cercanas a Venezuela. La misión, bautizada como Lanza del Sur, se presenta oficialmente como una campaña contra el narcotráfico en el Caribe y el Pacífico.

Según reportes del Pentágono, esta operación ha destruido una veintena de lanchas que supuestamente transportaban drogas, pero ha dejado un saldo controversial de más de 80 personas muertas. Washington cataloga a estas víctimas como “narcoterroristas”, aunque las muertes ocurrieron de forma extrajudicial, sin proceso legal alguno. La agresividad de estas acciones genberó preocupación en diversos organismos internacionales de derechos humanos.

La administración Trump, que no reconoce la legitimidad del gobierno de Maduro y lo acusa de liderar el Cartel de los Soles, desplegó desde mediados de año una operación militar sin precedentes en aguas cercanas a Venezuela.

Trump ha reiterado en múltiples ocasiones que los ataques contra el narcotráfico se extenderán “pronto” al interior del territorio venezolano. Esta amenaza cobra relevancia ahora que el presidente se niega explícitamente a descartar una invasión terrestre. Los analistas políticos consideran que estas declaraciones buscan mantener la presión sobre el gobierno de Caracas y forzar una transición de poder.

A pesar de la retórica incendiaria y el despliegue militar, las relaciones entre ambos mandatarios presentan matices sorprendentes. En noviembre, Trump y Maduro sostuvieron una conversación telefónica que, según fuentes consultadas por The Washington Post, transcurrió de manera cordial. Durante ese contacto, el presidente estadounidense expresó su deseo de que Maduro renunciara al poder, aunque sin establecer plazos ni ultimátums específicos.

El jurado del Nobel criticó a Maduro y dijo que Venezuela "ha evolucionado a un Estado brutal y autoritario".
El jurado del Nobel criticó a Maduro y dijo que Venezuela "ha evolucionado a un Estado brutal y autoritario".

El diario estadounidense reveló que ambos mandatarios se comprometieron a mantener nuevos contactos en el futuro, lo que sugiere la existencia de canales de comunicación directa entre las dos capitales. Esta aparente contradicción entre la amenaza militar pública y el diálogo privado refleja la complejidad de una estrategia que combina presión y diplomacia.

Las próximas semanas serán cruciales para determinar si las palabras de Trump se traducen en acciones concretas o si el diálogo discreto prevalecerá sobre la confrontación abierta.