

Estados Unidos entró ayer en una semana clave para intentar resolver la paralización parcial de su Administración federal, que ya lleva siete días, y llegar a un acuerdo que permita elevar el techo de la deuda y evite una suspensión de pagos de consecuencias catastróficas. Por primera vez la Casa Blanca se mostró ayer abierta a aceptar que el Congreso apruebe un aumento temporal, de unas pocas semanas, del techo de la deuda pública, que se alcanzará el 17 de octubre.
Mientras, los demócratas en el Senado comenzaron a trabajar para intentar aprobar esta semana una medida que busca elevar el techo de la deuda probablemente hasta las elecciones legislativas de finales de 2014.
Por su parte, el presidente de EE.UU., Barack Obama, reiteró que está dispuesto a negociar sobre cualquier aspecto del presupuesto federal con los republicanos, pero no bajo la amenaza de la suspensión de pagos y siempre que se reabra primero
la Administración.
No vamos a negociar bajo la amenaza de causar un daño mayor para nuestra economía y las familias de clase media. No vamos a negociar bajo la amenaza de una paralización prolongada hasta que los republicanos obtengan el cien por cien de lo que quieren, dijo durante una visita a la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA).
Obama volvió a pedir al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, que someta a voto un proyecto de ley para una financiación temporal del Gobierno sin condicionantes.
Tengo la muy fuerte sospecha de que hay suficientes votos para aprobar ese proyecto de ley, subrayó el mandatario.
La estrategia de los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes, es intentar aprobar una serie de leyes para
financiar algunos programas y departamentos de la Administración, algo que los demócratas y la Casa Blanca rechazan porque lo consideran una reapertura del gobierno a trozos.
El último gran enfrentamiento sobre el límite de la deuda, en agosto del 2011, terminó con un acuerdo de última hora bajo presión de mercados golpeados y advertencias de una catástrofe económica si se permitía que ocurriera un default. Aunque una resolución similar de último minuto sigue siendo una posibilidad en esta ocasión, los inversores y el mundo en general están nerviosos por la profundización de los desacuerdos.
En la primera reacción pública del gobierno chino al plazo límite del 17 de octubre que enfrenta Washington para aumentar el límite de endeudamiento, China instó ayer a Estados Unidos a tomar pasos decisivos para evitar la crisis y garantizar la seguridad de las inversiones chinas. Estados Unidos es totalmente claro acerca de las preocupaciones de China en torno al abismo fiscal, dijo el viceministro de Finanzas chino, Zhu Guangyao.
China tenía hacia fines de julio u$s 1,277 billones en bonos del Tesoro estadounidense, siendo el mayor acreedor del gobierno estadounidense.
Cómo sigue la discusión
Los dos temas presupuesto y deuda comenzaron por separado en la Casa Blanca, pero se fueron fusionado debido a la presión del tiempo.
Harry Reid, líder demócrata del Senado, debería decidir pronto si intenta o no abrir un debate formal sobre un proyecto de ley sin adiciones sin temas ajenos agregados para subir el límite de endeudamiento. La aprobación de tal medida necesitaría que al menos seis de los 46 republicanos del Senado se sumen a los 54 demócratas para superar los obstáculos que los opositores a Obamacare podrían levantar.
Según un asesor demócrata del Senado, el aumento del límite de la deuda debería estar vinculado a una nueva iniciativa para reformar el código tributario y lograr así los ahorros a largo plazo en Seguridad Social y Medicare.













