Más de medio centenar de piquetes colapsaron hoy las rutas de Cataluña y los principales accesos a Barcelona como parte de una nueva jornada de huelga, convocada por un sindicato minoritario independentista, mientras se esperan distintas concentraciones a lo largo del día para reclamar la libertad de los dirigentes políticos y sociales presos.

"Los catalanes somos gente de paz. Nuestra causa es la de la razón sin violencia. Hacemos que sea así siempre. Hoy también", escribió en Twitter con motivo de la protesta el exvicepresidente Oriol Junqueras, uno de los políticos encarcelados.

ALBERT GEA

A primera hora de la mañana, un grupo de manifestantes irrumpió en la vías del tren de Alta Velocidad AVE en Girona, donde cortó la circulación, y se produjeron cortes intermitentes en algunas de las vías de los trenes de cercanía de Barcelona, según informan medios locales.

De acuerdo con el Servicio Catalán de Tránsito, hubo hasta 66 puntos con problemas de circulación en Cataluña como consecuencia de las protestas. Por el contrario, el aeropuerto internacional El Prat de Barcelona y el servicio de subterráneo y colectivos funcionaban con normalidad, después que los comités de empresa rechazaron unirse a la medida de fuerza.

También funcionaban sin alteraciones las plantas de las automotrices Seat y Nissan, que son los centros de trabajo más importantes de la norteña región, y el mercado mayorista de Barcelona Mercabarna, al igual que el comercio minorista y los servicios turísticos.

ALBERT GEA

El sector educativo es donde se registraba mayor incidencia de la huelga, con un 50% de adhesión, de acuerdo con los convocantes.

La huelga, que fue convocada por el sindicato minoritario independentista UStec-Stes, no cuenta con el apoyo de los sindicatos mayoritarios Comisiones Obreras (CC.OO ) y Unión General de Trabajadores (UGT), quienes por su parte llamaron a movilizaciones y concentraciones para defender las "libertades políticas" tras el encarcelamiento de medio gobierno catalán depuesto.

Las protestas forman parte de una nueva escalada en la lucha de los independentistas catalanes, algunos de cuyos máximos dirigentes políticos están presos a raíz de una querella presentada por la Fiscalía contra el gobierno del expresidente Carles Puigdemont, luego de su destitución.

Tras la declaración de la independencia en el parlamento catalán, el pasado 27 de octubre, el Ejecutivo español de Mariano Rajoy intervino la norteña región, cesó al gobierno catalán y convocó elecciones para el 21 de diciembre.

El jueves último, la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, ordenó la prisión sin fianza para el exvicepresidente catalán Oriol Junqueras y otros siete exmiembros del gobierno depuesto, acusado de rebelión, sedición y malversación de fondos públicos por su plan para llevar a Cataluña a la secesión. Otro ex integrante del gobierno ingresó a prisión pero fue liberado tras pagar una fianza.

Además, la jueza dictó una orden de detención internacional contra Puigdemont y cuatro exconsejeros de su gobierno que se encuentran con él en Bélgica, y que están acusados por los mismos delitos, que conllevan graves penas de prisión.

Los independentistas también reclaman la libertad de Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, los presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Ómnium Cultural, que la misma jueza envió a prisión a mediados de octubre por presuntos delitos de sedición, por una investigación relacionada con la celebración del referéndum de secesión del 1 de octubre, que había sido prohibido por la Justicia.