

Los empresarios y analistas de instituciones financieras consultadas por el Banco Central de Brasil opinaron, a través de un índice que publica semanalmente en el Boletín Focus, que la economía brasileña crecerá mucho menos este año que lo previsto y recortar, por décima vez consecutiva la previsión de mejora del Producto Bruto Interno (PBI), que pasó de 1,71% de hace una semana, al 1,49% actual.
El dato revela que los mercados no están conformes con la lenta recuperación de la economía del gigante Sudamericano.
La revisión del crecimiento se produce días después de que se divulgaran los datos de la producción industrial de Brasil, que acumula una caída del 2,2% durante el primer trimestre del año, en comparación con el mismo período de 2018.
De acuerdo con el informe del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la caída del sector tiene entre sus causas el freno de la actividad minera, efecto de la tragedia ocurrida en una mina de la compañía Vale en el municipio de Brumadinho, que dejó 235 muertos y 35 desaparecidos.
Los especialistas, sin embargo, mantuvieron en el 2,50 % la previsión de crecimiento para 2020, aunque el dato es menor que el previsto hace cuatro semanas (2,70 %).
La economía del país no consiguió tomar vuelo tras la dura crisis económica de 2015 y 2016, período en que el PBI acumuló una caída de siete puntos porcentuales, con un desempleo que llega a 13 millones de brasileños, es decir un 12,7%, algo menor al 13% de 2018.
En medio de ese escenario, el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro considera fundamental la aprobación de la polémica reforma del sistema de pensiones y jubilaciones para enderezar el rumbo de la economía, afectada por un abultado déficit fiscal y una creciente deuda pública.













