

El presidente Donald Trump anunció el retiro de los Estados Unidos del acuerdo firmado con Irán en 2015 del que participaron también Francia, Reino Unido, Rusia, China y Alemania y que estableció controles al programa nuclear que el país asiático desarrollaba a cambio de dar de baja una serie de sanciones económicas que había implementado previamente.
"Estoy anunciando que Estados Unidos se retirará del acuerdo nuclear con Irán. En momentos, firmaré el memorando presidencial que restablece las sanciones", dijo desde la Casa Blanca.
"Implementaremos sanciones económicas del más alto nivel. Cualquier nación que ayude a Irán en su búsqueda de armas nucleares también será sancionada fuertemente por Estados Unidos. No seremos rehenes de un chantaje nuclear", afirmó.
El presidente estadounidense dijo que mantuvo consultas con "aliados y asociados alrededor del mundo" entre los que mencionó a Francia, Alemania y el Reino Unido.
"En realidad, es un acuerdo horrible, unilateral, que no tuvo que haberse firmado nunca. No aporta calma. No aporta paz. Y nunca lo hará", aseguró.
Trump dijo, sin embargo, que espera una nueva negociación. "Los líderes de Irán dicen que se niegan a negociar un nuevo acuerdo. Me parece bien. Pero al final van a querer negociar un acuerdo nuevo y duradero que beneficie a Irán y al pueblo iraní. Cuando estén preparados, estoy dispuesto".
Poco antes del anuncio de Trump, la Unión Europea había expresado a Irán el apoyo de "todas las partes" a la "aplicación plena y efectiva" del acuerdo, gesto que en la práctica aisló a Washington en su posición de ruptura.
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, lamentó la decisión estadounidense y dijo que el bloque europeo está "determinado a preservar" el acuerdo.
El Departamento del Tesoro explicó que las sanciones se volverán a imponer en "dos periodos de 90 días y 180 días", tras los cuales serán aplicables "con plenos efectos" como consecuencia de la retirada de Washington del acuerdo nuclear con Irán.
El primer plazo de 90 días, que termina el 6 de agosto, se incluirá el regreso de las restricciones a las compras de billetes de dólares estadounidenses por parte del gobierno de Irán, a la adquisición de deuda iraní y al comercio de oro y otros metales preciosos, entre otros.
Por su parte, en el segundo plazo de 180 días, que termina el 6 de noviembre de este año, figuran las restricciones a la compra de petróleo y productos petroquímicos iraníes, a las operaciones con puertos y empresas marítimas iraníes y a las transacciones de instituciones financieras con el Banco Central de Irán.
Esas sanciones petroleras se impusieron por primera vez en 2012 y en la práctica redujeron a la mitad las exportaciones de petróleo iraní, lo que forzó a Teherán a acudir a la mesa negociadora.
El Tesoro también anunció que las personas o empresas que cuentan con autorización en el marco del pacto para llevar a cabo operaciones en Irán "deberán tomar las medidas necesarias" para desmontar sus actividades antes del 4 de noviembre para evitar sanciones.
Por su parte, el presidente iraní Hasan Rohaní, ordenó a la Organización Iraní de Energía Atómica que esté preparada para adoptar "medidas", incluido el enriquecimiento de uranio, luego del anuncio. En su discurso indicó que antes de tomar esas medidas consultará con el resto de firmantes del acuerdo nuclear para comprobar si los intereses de Irán están garantizados pese a la retirada de EE.UU. del pacto.













