

Casi el 80% de los estadounidenses –incluido más de la mitad de los republicanos–, reconocen al presidente electo Joe Biden como el ganador de las elecciones presidenciales.
Según un sondeo realizado por Reuters/Ipsos, el 79% de los encuestados creen que Biden ganó la carrera por Casa Blanca, mientras que otro 13% dijo que la elección aún no se ha decidido. Por otra parte, sólo el 3% dijo que Trump ganó y el 5% dijo que no sabe. Los resultados se dividieron a lo largo de las líneas partidistas: aproximadamente seis de cada 10 republicanos y casi todos los demócratas dijeron que Biden ganó.
Mientras tanto, el equipo de campaña de Trump avanzó hoy con su estrategia judicial: el equipo recurrió a una corte federal para intentar impedir que Michigan certifique los resultados de la elección. Trump perdió el estado por unos 148.000 votos (2,6 puntos porcentuales) según los totales extraoficiales del voto en Michigan. La demanda fue presentada un día después de que Biden calificó como "vergonzosa" la negativa de Trump a conceder su derrota.
Jake Rollow, portavoz del Departamento de Estado de Michigan, dijo en un comunicado que la campaña de Trump está promoviendo acusaciones falsas para erosionar la confianza pública en los comicios del estado. "Esto no cambia la verdad: las elecciones de Michigan fueron celebradas de forma justa, segura y transparente, y los resultados fueron un reflejo preciso de la voluntad popular", afirmó Rollow.
Destacados legisladores republicanos y otros aliados de Trump han respaldado la estrategia del presidente, afirmando que tiene derecho a disputar los resultados electorales. Los jueces, no obstante, han descartado ya algunas de las demandas y expertos legales creen que el litigio tiene escasas posibilidades de cambiar el resultado electoral.
Por su parte, Biden sigue trabajando en la transición. El presidente electo ha nombrado expertos en finanzas, comercio y regulación bancaria para un equipo de transición que incluye desde demócratas tradicionales a activistas progresistas, reflejando el debate que vive su partido sobre cómo abordar el cambio climático, la desigualdad de la riqueza y otros asuntos.
El gobierno de Trump no está cooperando con el equipo de Biden, que no ha podido trasladarse aún a oficinas del gobierno federal ni recibir fondos para contratar personal.













