

El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson,dio negativo en las pruebas de coronavirus antes de abandonar el hospital St Thomas', lo que confirmaría que superó la enfermedad del Covid-19, aunque por el momento seguirá apartado de las funciones propias de la jefatura de Gobierno, indicó hoy su portavoz.
El 27 de marzo, Johnson comunicó que había dado positivo al coronavirus, y en aislamiento siguió ejerciendo parcialmente tareas de gobierno hasta que fue hospitalizado y la semana pasada, incluso lo llevaron a terapia intensiva cuando se agravó su cuadro. Finalmente ayer fue dado de alta aunque seguirá convaleciente y por el momento transcurrirá en la residencia oficial de campo en Chequers. En esta vivienda está también su pareja, embarazada, que se puso en aislamiento por posibles síntomas.
Ayer, el Reino Unido superó el umbral de los 10.000 fallecidos por coronavirus y uno de sus principales asesores, Jeremy Farrar, descontó que el país será uno de los más afectados de Europa por la pandemia mientras el exdirector de salud pública John Ashton exhortó al Ejecutivo a ser "completamente sincero" en cuanto a las cifras, ya que el balance oficial solo incluye a los fallecidos en hospitales.
"Hace falta tratar a la gente como adultos", dijo.
Vs. renovada empatía con los británicos

Europapress
De la otra parte, la prensa británica también especulaba hoy que la grave situación de salud que atravesó el premier redundó en una mayor afinidad de su electorado, lo que aumentaría su poder político para seguir liderando al país en medio de la pandemia y luego en relación al Brexit.
Un columnista del Financial Times, por ejemplo, reportaba que "una cosa extraña sucedió la semana pasada. Muchos votantes británicos descubrieron que estaban mucho más unidos a Boris Johnson de lo que pensaban. Desde el Brexit, el primer ministro británico ha sido una figura divisiva, pero su lucha con el Covid-19 dejó a todos sus enemigos más partidarios conmocionados, asustados y desesperados por noticias de recuperación. Un ex colega del gabinete observó: 'Le recordó a la gente por qué les gustaba cuando era alcalde de Londres'".














