Videojuegos NFT, el "vicio" argentino para ganar en criptomonedas
En la Argentina, los tokens no fungibles (NFT) se comercializan por miles de dólares y el mercado local no para de crecer. Hoy en día, los argentinos no solo crean arte digital y lo venden sino que también desarrollan y juegan videojuegos para ganar en criptomonedas. De qué se trata.
Hace ya algunos años, los más chicos solían comprar álbumes y dirigirse a los kioscos del barrio para comprar, pegar y coleccionar figuritas. Cuando faltaban pocas para completarlo, empezaba el trueque en el recreo: "late, late, late, ¡NOLA!" o jugabas con tus compañeros para ganar esa tan deseada figurita.
Hoy, los grandes siguen coleccionando figuritas pero de manera 100% digital: los tokens no fungibles, mejor conocidos como NFT, movieron US$ 821 millones solo en la primera semana de septiembre, de acuerdo a datos de Nonfungible.
Los NFT son activos digitales diseñados para ser únicos y por esta razón, son coleccionables, como las figuritas, las obras de arte, las estampillas o los discos de vinilo.
Sin embargo, a diferencia de todos los artículos anteriormente mencionados, los NFT son una pieza digital, es decir, no son objetos físicos.
Estas figuritas digitales se almacenan en la cadena de bloques de Ethereum, lo que permite a los compradores tener información adicional sobre el creador del archivo y dejar registrado permanente el sello digital que certifica que se trata de una pieza 100% de colección.
En la Argentina, hay personas que los compran y que también los crean. Los artistas digitales argentinos diseñan colecciones de arte digital para luego venderlas en marketplaces como OpenSea, Hic et nunc, Rarible, entre otros, y cobrar en Ether, la criptomoneda de Ethereum.
Estos marketplaces funcionan de la misma manera que Mercado Libre pero en vez de vender artículos, los creadores venden figuritas digitales coleccionables por criptomonedas.
"La movida en Argentina en el mundo NFT explota por todos lados. Tenés por un lado a los fotógrafos argentinos que son artistas bastante exclusivos y, por otro lado, hay gente que crea NFT muy buenos. A los coleccionistas les fascina el arte argentino", explica Ignacio Porto (24), diseñador gráfico y artista visual que se dedica exclusivamente a crear y vender NFT.
Pero el universo de los NFT no termina acá: no solo se pueden comercializar piezas artísticas digitales, sino que también existen videojuegos que permiten obtener recompensas intermitentes en NFT y generar una rentabilidad en dólares digitales.
¿Cuál es la diferencia entre uno y otro? El propósito. La finalidad del arte NFT es coleccionar, en cambio, los NFT de los videojuegos se usan para jugar contra otros jugadores, luchar y seguir ganando tokens no fungibles.
Videojuegos NFT: en qué consisten
En la actualidad, los más populares en América latina y en la Argentina son Axie Infinity, Plant vs Undead, CryptoCars, CryptoBlades, MyDeFiPet, Lost Relics, Sandbox, Mobox, entre otros.
Estos videojuegos NFT son "Play to Earn" y los jugadores juegan para ganar dinero digital.
En palabras sencillas, los videojuegos NFT son iguales que los videojuegos tradicionales, con el condimento de ganar dinero. Las ganancias oscilan entre US$ 20 y US$ 30 al día, dependiendo de la inversión y del tiempo que se dedique.
Para comenzar a jugarlos, se necesita realizar una inversión inicial u obtener una beca de otro jugador, que permite a las personas comenzar a jugar sin invertir.
La inversión para empezar a jugar varía dependiendo el videojuego y oscila entre US$ 100 a US$ 600.
En el caso de Axie Infinity, uno de los más jugados a escala mundial con alrededor de un millón de jugadores activos diarios, los argentinos se dedican a criar y vender axies, unas caricaturas que en realidad son tokens no fungibles que pueden ser luego comercializados.
"En Axie Infinity, con el equivalente a US$ 600 en Ether te podés comprar un equipo de tres Axies con el que podés jugar. Otras estrategias buenas en estos videojuegos empiezan con una inversión de aproximadamente US$ 100", explica uno de los cofundadores de Calypso Exchange, una plataforma de intercambio p2p de criptomonedas de la Argentina.
Pero también es posible jugar Axie Infinity sin invertir un peso: para ello, hay que ser becado por un jugador activo, quien prestará axies de su equipo.
Matías Orset (31) es manager de TH Academia Axie Infinity, una asociación que brinda becas para empezar a jugar gratis al videojuego NFT y explica que a cambio de una beca, los jugadores deben destinar una porción de su ganancia mensual para cubrir el préstamo.
"Comencé a comprar becas con mis ahorros y luego de agotarlos, convoqué a una ronda de inversión para poder agrandar la cantidad de becarios y así poder tener a más gente", cuenta Orset.
Una vez que los jugadores tienen un equipo de axies, pueden criarlos y venderlos en el marketplace oficial del videojuego para generar ganancias. Además, el juego consiste en ganar combates en la arena y jugar en el modo aventura contra el emulador de Axie para continuar ganando en criptomonedas.
Romina Sejas, líder de comunidad en DeFi LATAM, es jugadora activa de Axie Infinity y ya fue invitada a jugar en torneos presenciales en la Argentina.
En diálogo con Infotechnology, cuenta de qué se trata el juego: "En Axie Infinity crío y vendo axies y voy probando otros juegos más que nada como inversión. Por ahora el único que me divierte jugarlo ya que se torna bastante competitivo es Axie".
También existe una versión nacional de Axie Infinity y su nombre es Binamon. Se trata de un juego NFT que fue creado por Nicolás Vega Palacio, un argentino de 33 años que emigró a Brasil para continuar su empresa de gaming NFT.
Para comenzar a jugar, los usuarios deben invertir en la criptomoneda principal de Binamon, en energía para los monstruos y luego en la moneda digital del planeta. En total, el videojuego argentino cuenta con tres colecciones NFT y toda su facturación está en Brasil, según confirmaron fuentes de la empresa a este medio.
Parte del equipo, en tanto, sí reside en la Argentina y 100 personas trabajan en el desarrollo de Binamon, que exige conocimientos en Solidity, el lenguaje de programación de la cadena de bloques y contratos inteligentes Ethereum.
Para jugar a alguno de estos videojuegos -como Axie Infinity o Binamon- no se necesita contar con una gran computadora gamer o un celular de alta gama, sino que basta tener un teléfono gama media o una computadora con un procesador de 64 bits y 4 GB de memoria RAM.
"La verdad que el hardware tiene que ser bastante chico. Se pueden jugar hasta en celulares, además, la mayoría son una web. El único requisito es tener buena conexión a internet", explica Damián Catanzaro, CEO y fundador de Cafecito, una plataforma de financiamiento colectivo que funciona con pagos locales.
En su tiempo libre, Catanzaro se dedica a jugar videojuegos NFT y ya invirtió alrededor de US$ 500.
"En algunos perdí lo invertido pero en otros gané. Eso es algo a tener en claro: es una industria muy nueva y hay que tener cuidado a la hora de realizar una inversión", advierte el desarrollador.
Si se gana, según los jugadores, se puede tener una rentabilidad diaria de US$ 30 al día, unos US$ 930 al mes.
¿Por qué comprar un NFT?
En redes sociales, surgieron diversas discusiones sobre cuál era el sentido y la finalidad real de los NFT. Si su valor se mantiene en el tiempo o no, y si realmente vale la pena adquirirlos.
En diálogo con Infotechnology, varios coleccionistas NFT afirman sentir "satisfacción" al comprar una pieza digital coleccionable y explican que "no es lo mismo bajar un .JPG de la computadora a sentirse dueño de algo".
Otros sostuvieron que el sentido de comprarlos es el mismo que adquirir figuritas en un kiosko para llenar un álbum.
Por otro lado, los jugadores de videojuegos NFT confiesan que su primera motivación para jugar es el dinero pero también lo hacen porque les gustan los videojuegos.
"Juego por dos motivos: por el dinero porque muchas veces la recompensa puede ser interesante y el segundo es que la fusión de videojuegos y criptomonedas me encanta. Quiero ver cómo puede crecer en el tiempo", concluye Catanzaro de Cafecito.
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