Tensión en el Vaticano: el trato con China que podría cambiar todo para el Papa Francisco
Conocé los detalles del acuerdo que ha provocado fuertes críticas hacia el sumo pontífice.
Las relaciones entre el Vaticano y la República Popular de China costaron en recuperarse desde la llegada el Partido Comunista al poder, hace más de 70 años.
En un país dónde hay alrededor de 12 millones de católicos, la Santa Sede no ha podido establecer su hegemonía como institución oficial para el pueblo chino.
Sin embargo, la firma de un nuevo tratado liderado por el Papa Francisco y anunciado este martes 22, podría cambiar para siempre su rol en la nación oriental. Esta decisión ya recibió críticas de algunos de las comunidades de creyentes en los países más poderosos de occidente.
Cambia para siempre la Iglesia católica: proponen darle un nuevo rol a la mujer
El nuevo acuerdo entre el Vaticano y China: ¿de qué se trata?
La alianza le permite al sumo pontífice designar los obispos católicos en China durante los próximos cuatro años. Representa la renovación de un tratado firmado en 2018 que le otorgaba al líder religioso la misma potestad.
El derecho de elegir a los representantes de la Iglesia Católica en el país asiático es una disputa que ha generado innumerables tensiones con la institución religiosa a lo largo de los años.
Mientras que China históricamente reclama el nombramiento de los pastores de más alto rango como una cuestión de soberanía nacional, el Vaticano sostiene que es potestad del Obispo de Roma debido a su rol.
La polémica orden del Papa Francisco a todos los sacerdotes: "No pregunten demasiado"
¿Por qué generó controversia este nuevo tratado entre el Vaticano y China?
La voluntad del Papa Francisco de negociar con el gobierno chino le ha generado una creciente oposición por parte de un sector del catolicismo que argumenta que este acuerdo (cuyo documento nunca fue publicado) podría otorgarle demasiado poder al país.
Uno de los críticos más presentes en la conversación es el exobispo de Hong Kong Joseph Zen. Sin embargo, a pesar de las sospechas, el jefe de la Iglesia Católica sostiene que la decisión final sobre las designaciones la tiene él, sin haber intervención alguna de los dirigentes chinos.
Compartí tus comentarios