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La NASA confirmó un hallazgo que podría cambiar por completo la comprensión actual sobre la actividad atmosférica en Marte. El rover Perseverance detectó por primera vez “minirrelámpagos” en la superficie del planeta rojo, un fenómeno jamás registrado de manera concluyente y considerado por los investigadores como “la pieza faltante del rompecabezas” en la ciencia marciana.

Se trata de 55 descargas eléctricas documentados en 687 días terrestres, registrados a través del micrófono instalado en el mástil del rover. El hallazgo abre un campo de estudios completamente nuevo sobre cómo se comporta la electricidad en la atmósfera marciana.

¿Qué descubrió la NASA en Marte?

Los investigadores detectaron pequeños arcos eléctricos de apenas unos centímetros, generados durante tormentas y remolinos de polvo. Las descargas fueron registradas acústicamente, no visualmente, y se escuchan como chispas tenues entre ráfagas de viento y el impacto del polvo sobre el micrófono del rover.

Hasta ahora, la existencia de rayos en Marte era una sospecha sostenida por modelos teóricos, pero sin evidencia directa. A diferencia de Saturno o Júpiter, donde ya se habían observado relámpagos, nunca se habían identificado en Marte con precisión científica.

El investigador Baptiste Chide, del Instituto de Astrofísica y Planetología de Toulouse, describió el hallazgo como un avance decisivo: “Abre un campo de investigación completamente nuevo. Es como encontrar la pieza que faltaba en el rompecabezas.”

¿Cómo se detectaron los “minirrelámpagos”?

El equipo científico analizó 28 horas de grabaciones captadas por Perseverance. En ese punto se identificaron pequeñas descargas eléctricas, que coinciden con episodios de clima extremo, como remolinos de polvo rápidos, tormentas de arena intensas y vientos que levantan partículas en contacto constante.

Las descargas durante remolinos duraron apenas unos segundos, mientras que las asociadas a tormentas persistieron hasta 30 minutos.

El experto británico Daniel Mitchard, ajeno al estudio, aclaró que se trata de un fenómeno acústico: “Las descargas se oían, no se veían. Todo apunta a que son rayos marcianos, pero harán falta nuevos instrumentos para confirmarlo de forma definitiva.”

¿En qué se diferencian de los rayos en la Tierra?

Aunque el fenómeno tiene similitudes con las tormentas eléctricas terrestres, existen diferencias clave:

  • Son casi invisibles: la atmósfera marciana absorbe el sonido y atenúa la luz.
  • Ocurren a pequeña escala: tienen apenas unos centímetros de longitud.
  • Surgen por fricción de polvo: la atmósfera seca y cargada favorece la electricidad estática.
  • El sonido llega distorsionado: los micrófonos captan chasquidos tenues, no explosiones como en la Tierra.

¿Por qué este descubrimiento es tan importante para la NASA?

El hallazgo tiene implicancias para varias áreas de investigación. Inicialmente, permite comprender mejor cómo se forman las tormentas de polvo, que es uno de los mayores desafíos para futuras misiones humanas.

También permite entender cómo deberían ser las medidas de seguridad para futuras misiones, ya que las descargas podrían afectar equipos, naves y sensores en superficie.

Además, la actividad eléctrica puede influir en reacciones químicas que intervienen en la formación de moléculas y el origen de la vida.