

La limpieza del horno es una de las tareas más complejas en la cocina. La acumulación de grasa y residuos puede afectar el funcionamiento del electrodoméstico y representar riesgos para la salud. Existen métodos caseros que permiten eliminar la suciedad sin recurrir a productos químicos agresivos.
La grasa se forma por la evaporación de aceites, mantecas y jugos durante la cocción. Estas partículas se adhieren a las paredes internas y, con el tiempo, se carbonizan.
Este proceso genera capas oscuras y pegajosas que son difíciles de remover. Según especialistas en seguridad alimentaria, la acumulación prolongada puede convertirse en un foco de bacterias.
Además, la suciedad puede alterar el sabor de los alimentos. De acuerdo con recomendaciones del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), mantener el horno limpio reduce riesgos de contaminación cruzada.
Otro aspecto relevante es la seguridad. La grasa acumulada puede provocar incendios domésticos si entra en contacto con altas temperaturas.
Riesgos de no limpiar el horno con frecuencia
Un horno sucio no solo afecta la estética de la cocina. Según datos del Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM), la falta de limpieza puede disminuir la eficiencia energética del electrodoméstico.
La grasa carbonizada actúa como aislante térmico, lo que obliga al horno a consumir más energía para alcanzar la temperatura deseada. Esto impacta en el consumo eléctrico mensual.
También se incrementa el riesgo de humo y olores desagradables durante la cocción. Estos compuestos pueden contener partículas nocivas para la salud respiratoria.

Por último, la acumulación excesiva puede dañar el esmalte interno del horno, reduciendo su vida útil y generando costos adicionales en reparaciones.
El método casero más eficaz para eliminar grasa
Entre los métodos naturales más recomendados se encuentra el uso de limón. Este cítrico posee propiedades desengrasantes gracias a su contenido de ácido cítrico.
Para aplicarlo, se debe cortar un limón a la mitad y frotar directamente sobre la superficie afectada. Luego, dejar actuar el jugo entre 10 y 15 minutos.
Según estudios del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), el ácido cítrico ayuda a disolver residuos grasos sin dañar el esmalte del horno.
Para potenciar el efecto, se aconseja calentar el horno a baja temperatura antes de aplicar el limón. Esto facilita la acción del ácido sobre la grasa adherida.
Otros ingredientes caseros para la limpieza
Además del limón, el bicarbonato de sodio es otro aliado eficaz. Este compuesto actúa como abrasivo suave y neutraliza olores.
Para utilizarlo, se debe preparar una pasta con bicarbonato y agua, aplicarla sobre la superficie y dejar reposar durante 20 minutos. Luego, retirar con un paño húmedo.

El vinagre blanco también es recomendado por organismos de higiene alimentaria. Su acidez permite descomponer residuos grasos y eliminar bacterias.
Una mezcla de vinagre y agua caliente puede aplicarse con un atomizador en las paredes internas del horno. Después de 15 minutos, se limpia con una esponja.
Consejos para prevenir la acumulación de grasa
Para evitar limpiezas profundas, se recomienda realizar una limpieza ligera después de cada uso. Esto reduce la formación de capas difíciles de remover.
El uso de bandejas recolectoras o papel aluminio ayuda a prevenir que líquidos y grasas caigan en la base del horno. Esta práctica es sugerida por fabricantes de electrodomésticos.
También es importante ventilar la cocina tras la limpieza para evitar humedad. La correcta circulación de aire contribuye a mantener un ambiente seguro.
Finalmente, realizar un mantenimiento semanal prolonga la vida útil del horno y mejora la calidad del aire en el hogar, según recomendaciones del INTI.














