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Los monoambientes son una de las opciones más buscadas por quienes quieren mudarse sin gastar demasiado. Sin embargo, su mayor desafío es el espacio reducido, que obliga a pensar estrategias creativas para dividir ambientes y mantener el orden.
En este contexto, surge una tendencia que está ganando terreno entre decoradores y arquitectos: instalar estanterías de piso a techo que no solo separan ambientes, sino que también funcionan como espacio de guardado.
El truco de los decoradores: cómo optimizar el espacio en un monoambiente
La tendencia que marca el 2025 en diseño de monoambientes son las estanterías verticales que cumplen doble función. Estas estructuras permiten:
- Dividir ambientes sin cerrar el espacio ni bloquear la luz.
- Sumar espacio de guardado en la parte inferior con cajones o puertas.
- Decorar con objetos personales, libros, plantas o arte en los estantes del medio.
- Aprovechar la altura del departamento, algo clave en espacios reducidos.
Además, estas estanterías pueden ser modulares, móviles o hechas a medida, lo que permite adaptarlas a cualquier tipo de monoambiente.

Consejos para vivir cómodo en un monoambiente
Además de utilizar estanterías como divisores para organizar el espacio, existen otras estrategias clave para optimizar cada rincón del departamento:
- Elegir muebles multifunción: camas con cajones, mesas con espacio de guardado.
- Usar cortinas, biombos o alfombras para delimitar zonas.
- Aprovechar las paredes con estantes, ganchos y paneles organizadores.
- Jugar con la iluminación para crear ambientes más cálidos y amplios.
- Optar por muebles livianos y minimalistas que no saturen el espacio.
- Sumar plantas pequeñas para mejorar el aire y dar vida al ambiente.
- Decorar con colores claros y espejos para ampliar visualmente el espacio.
Ventajas y desventajas de vivir en un monoambiente
Una de las principales ventajas de los monoambientes es su precio, ya que suelen ser considerablemente más accesibles que otras alternativas en la misma zona. Además, al contar con pocos metros cuadrados, la limpieza se vuelve rápida y económica, y el orden se mantiene casi de forma natural.

Otro aspecto positivo es la privacidad. Para quienes vienen de compartir vivienda, un monoambiente representa la posibilidad de tener un espacio propio y tranquilo. A esto se suma el bajo consumo de servicios como electricidad, agua y gas, lo que se traduce en facturas más económicas y un ahorro sostenido mes a mes.
Sin embargo, vivir en un monoambiente también implica ciertos desafíos. El más evidente es la falta de espacio, que puede limitar tanto las actividades cotidianas como la elección de muebles. Además, estos departamentos no son ideales para recibir visitas o realizar reuniones sociales.
















