

Cada vez más personas optan por mezclas caseras para cuidar su hogar y jardín, evitando productos químicos agresivos y costosos. Estas alternativas naturales no solo son seguras, sino también económicas y sostenibles.
Entre ellas, destaca la combinación de ajo y vinagre, perfecta para mantener las plantas saludables y libres de plagas. Este truco no solo aprovecha residuos que normalmente se descartan, sino que también es una alternativa frente a los pesticidas industriales.
¿Por qué recomiendan mezclar ajo con vinagre?
La mezcla de cáscaras de ajo y vinagre se utiliza principalmente como repelente natural de plagas y como abono casero. El ajo contiene compuestos como azufre y amoníaco, que incomodan a insectos y hongos, mientras que el vinagre potencia el efecto y aporta propiedades antibacterianas.

Además, ambos ingredientes liberan nutrientes y antioxidantes que fortalecen las raíces y mejoran la salud del suelo. Lo mejor es que se trata de una solución segura para niños y mascotas, y mucho más económica que los productos químicos tradicionales.
¿Cómo preparar el repelente casero?
Para fabricar tu propio repelente natural:
- Colocar cáscaras de ajo en un recipiente con agua caliente.
- Agregar un chorrito de vinagre y dejar reposar unos minutos.
- Verter la mezcla en un spray y aplicarla directamente sobre las hojas y tallos para ahuyentar insectos.

Por otro lado, si se quiere usar la mezcla como fertilizante:
- Sumergir las cáscaras de ajo en agua y dejarlas reposar entre 24 y 48 horas.
- Usar esa agua para regar tus plantas una vez por semana.
Este abono natural aporta nutrientes esenciales y ayuda a mantener el jardín saludable de forma sostenible.













