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Hasta donde se sabe,las fiestassiempre se han celebrado en diciembre. Sin embargo, no siempre fue así. Si bien no había calendarios que separen las estaciones, saber con exactitud el tiempo era una misión difícil de cumplir.

¿Cómo fue el primer calendario romano?Denominado como Jano, por el dios del tiempo, las transiciones y el comienzo, este calendario fue un invento de los romanos que les permitió empezar a medir el tiempo.

Con el transcurso del tiempo, este calendario tuvo varias versiones y cambios. Pero, ¿por qué el Año Nuevo se celebraba en marzo? ¡Descubrilo a continuación!

Las fiestas en marzo: ¿por qué se celebraba antiguamente en ese mes?

Cuando se implementó el sistema de calendarios, surgieron algunas modificaciones hasta que se llegó a su primera versión, que tenía solamente 10 meses. En ese sentido, cada año, que tenía 304 días, comenzaba en marzo y terminaba en diciembre.

El calendario tenía 6 meses de 30 días y 4 de 31 días. Los cuatro primeros meses tenían nombres de dioses y los seis últimos se numeraban consecutivamente en latín. En aquel momento, las fiestas de Año Nuevo comenzaban en marzo debido a esta particular confección.

No obstante, este calendario tenía algunas imperfecciones, ya que los romanos consideraban a los números impares como "de buen augurio". Por ello, el año contaba con meses impares, con la única excepción de febrero, que era considero "de mala suerte".

¿Cómo funcionaba el calendario romano?

En el siglo VII a.C., durante el reinado del rey de Roma, Numa Pompilio, el calendario sufrió un ajuste. Se incorporaron 50 días y se tomaron prestado un día de cada uno de los 10 meses existentes para crear dos nuevos meses de invierno, que tenían 28 días de duración.

Con esta modificación se olvidaron que el calendario funcionaba con las fases de la Luna y no con el Sol, por lo que el ciclo lunar tenía una duración de 29.5 días. En definitiva, no coincidían las estaciones que se debía marcar.

Para el año 45 a.C., Julio César hizo otra reforma donde Sosígenes de Alejandría, un astrónomo y matemático, propuso un calendario de 365 días con un año bisiestocada 4 años. Con esta modificación, el calendario anual comenzaba en enero y no en marzo.