

¿Qué pensarías si te enterás de que antes era normal levantarse en mitad de la noche? Así es, era común lo que hoy es considerado un problema, por lo que se abre un debate para saber qué manera de dormir es la más saludable.
Hay expertos que proponen debatir si el sueño intermitente es natural, tal como lo era tiempo atrás, y discutir si tiene beneficios que puedan aplicarse a la vida cotidiana de hoy.

Salud: ¿cuáles son los tipos de sueño?
Hay una división simple para entender mejor:
- Sueño polifásico.
- Sueño monofásico.
La segmentación del sueño -si es en dos será bifásica y si es en más ya es polifásica- y su interrupción será por periodos de vigilia cuya duración pueden ir de minutos a horas.
Hay estudios que indican que más del 86% de los mamíferos duermen en varios periodos. Los ejemplos más claros y cercanos que tenemos son los perros y los gatos, pero también sucede con roedores o ballenas.

Durante mucho tiempo se creyó que el humano no dormía segmentado y que su sueño siempre fue monofásico, pero hay registros históricos que indican que hubo sueño bifásico y hasta polifásico hace cientos de años.
Un ejemplo de sueño bifásico en el hombre tuvo lugar en la civilización occidental antes de la Revolución Industrial, cuando la gente dormía por varias horas y se despertaba alrededor de la medianoche para socializar e incluso tener sexo, según explica Roger Ekirch, profesor de Historia e investigador en Virginia Tech, Estados Unidos.

Mucho más atrás en el tiempo y en los inicios de las civilizaciones, los periodos de vigilia podían cumplir con una función de supervivencia, ya que siempre podría haber alguien despierto, atento y vigilante a lo que pudiera llegar a suceder.
Daniel Buysse, profesor de psiquiatría y medicina de la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos, opina que la bifurcación del sueño tiene sentido porque los dos procesos del sueño -el homeostático y el circadiano- están "mezclados".

Sin embargo, hay muestras que contradicen estas posturas. El relevamiento hecho por Jerome Siegel, de la Universidad de California que recogió National Geographic sobre tribus de cazadores y recolectores en África, sostiene que hay patrones de sueño que se asemejan a los de la gente que vive en una sociedad postindustrial y en la actualidad, con periodos de sueño de entre 5 y 7 horas continuas.
También está el pensamiento con más consenso en el ámbito científico: que hay que dormir de corrido e incluyendo siestas cada una determinada cantidad de horas dependiendo de la edad del sujeto, con el fin de lograr un sueño de calidad que respete cada etapa del descanso y el ritmo circadiano.












