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La ciencia ya no sostiene que la vejez empieza a los 60 años. Investigaciones recientes muestran que la percepción social y médica del envejecimiento cambió de manera profunda.

Cada vez más personas superan los 60 años edad con buena salud, autonomía y capacidades físicas en comparación con las de generaciones anteriores.

¿Por qué la vejez ya no empieza a los 60 años?

Eric Verdin, director del Instituto Buck de Investigación sobre el envejecimiento, sostiene que no hay un punto universal a partir del cual todos los seres humanos envejecen de la misma manera. Mientras algunos presentan señales tempranas de deterioro, otros mantienen una excelente salud décadas después.

Además, la expectativa de vida global aumentó, lo que hizo que los 60 años se vivan hoy como una mediana edad tardía. Las personas son activas por más tiempo, trabajan más años y llegan en mejores condiciones físicas y cognitivas. Esto modificó la percepción social y también la definición científica del envejecimiento.

Por eso, expertos en longevidad afirman que no existe una edad fija que marque el inicio de la vejez. Hoy, la clave no es cuántos años vivió una persona, sino cómo está su organismo a nivel celular, metabólico y funcional.

¿Qué diferencia hay entre edad biológica y edad cronológica?

La edad cronológica representa simplemente un número. En cambio, la edad biológica evalúa la salud real del organismo por los marcadores como inflamación, calidad celular, capacidad cognitiva o funcionamiento cardiovascular. Dos personas de 70 años pueden tener edades biológicas completamente distintas.

Esta diferencia explica por qué los estudios muestran que los adultos mayores actuales se sienten más jóvenes que generaciones anteriores. La ciencia confirma que el envejecimiento no es lineal, sino que avanza más rápido o más lento según hábitos de vida, estrés, enfermedades crónicas, descanso y alimentación. Por eso, la edad cronológica dejó de ser un indicador confiable.

¿Qué factores aceleran o retrasan el envejecimiento?

La genética influye, pero no determina la edad biológica. Los especialistas destacan que el ejercicio frecuente, la alimentación equilibrada, el sueño adecuado y el control del estrés pueden frenar el envejecimiento biológico. Estos factores ayudan a conservar la fuerza muscular, la memoria y la salud cardiovascular.

Por el contrario, el sedentarismo, la mala alimentación, las enfermedades no tratadas y el estrés continuo aceleran la edad biológica. La ciencia demuestra que estos factores pueden hacer que el cuerpo funcione como si fuera muchos años mayor, incluso cuando la edad cronológica aún es relativamente baja.

¿Qué avances científicos buscan prolongar la vida saludable?

El campo de la longevidad está creciendo con rapidez. Laboratorios públicos y privados trabajan en terapias que buscan revertir daños celulares, eliminar células senescentes, responsables del envejecimiento y mejorar la calidad de vida en edades avanzadas. Aunque aún no existe una herramienta exacta para medir la edad biológica, los avances prometen una revolución en los próximos años.

Esta tendencia también se ve en el estudio de “superancianos”, que son personas mayores de 70 u 80 años que conservan capacidades cognitivas y físicas en perfecto estado. La ciencia busca entender qué los hace diferentes para aplicar ese conocimiento al resto de la población. El objetivo final no es solo vivir más, sino vivir mejor.