

Las plantas son un tesoro para nuestro hogar, brindándonos belleza y un toque de naturaleza. Sin embargo, a veces se ven amenazadas por plagas molestas que pueden dañarlas e incluso destruirlas.
Si te encuentras en esta situación, no te preocupes, hay esperanza. A continuación, te contamos cuál es el remedio casero infalible que te ayudará a eliminar plagas de tus plantas en solo una aplicación.
El remedio casero con ajo que puede salvar tus plantas
Los pesticidas químicos disponibles en el mercado prometen eliminar plagas, pero suelen ser perjudiciales para el medio ambiente y la salud humana.
Sin embargo, existe un remedio casero que es eficaz contra una gran cantidad de plagas comunes como pulgones, mosca blanca, araña roja, cochinillas y trips.
Para preparar esta alternativa natural solo necesitarás dos ingredientes simples que probablemente ya tengas en casa:
- Ajo. Actúa como un potente repelente natural de insectos debido a su fuerte olor y propiedades antibióticas.
- Jabón líquido. Ayuda a disolver la capa protectora de las plagas y las asfixia.

Cómo preparar el remedio casero con ajo y jabón líquido
A continuación, te mostramos cómo preparar y aplicar correctamente este remedio natural con ajo y jabón líquido:
Preparación
- Pica 10 dientes de ajo.
- En un recipiente, mezcla el ajo triturado con 1 litro de agua fría.
- Añade 2 cucharadas de jabón líquido.
- Mezcla todo muy bien hasta que el jabón este completamente integrado.
- Deja reposar por 12 horas para activar los ingredientes.
- Antes de usar, filtra la mezcla con un colador para eliminar los restos de ajo y jabón, con el objetivo de obtener una solución líquida más limpia.
Aplicación
Para aplicarlo, rocía uniformemente sobre las plantas, poniendo énfasis en el envés de las hojas, donde suelen habitar las plagas. Repite este proceso cada 3-4 días hasta que desaparezcan por completo.
Otras formas de usar el ajo para cuidar tus plantas
Otro de los métodos más directos para aprovechar estas propiedades consiste en enterrar dientes de ajo directamente en el suelo, ubicándolos cerca de las raíces de las plantas que deseamos proteger.
De esta manera, los compuestos beneficiosos se liberan gradualmente en el sustrato, creando una barrera invisible que disuade a los insectos de acercarse al ejemplar. Es importante considerar el tamaño de la planta al aplicar esta técnica, ya que especies más grandes como árboles frutales requieren varios dientes distribuidos estratégicamente alrededor del tronco para lograr una protección eficaz.
Para plantas cultivadas en macetas o de menor porte, existe una variante igualmente efectiva que consiste en picar el ajo en fragmentos pequeños y distribuirlos sobre la superficie del sustrato. Esta técnica permite una liberación más rápida de los compuestos activos y resulta especialmente práctica para jardines de balcón o terrazas donde el espacio es limitado.
Finalmente, quienes prefieran una solución de largo plazo pueden optar por cultivar bulbos de ajo en pequeñas macetas ubicadas estratégicamente cerca de las plantas vulnerables. Aunque este método requiere más tiempo para mostrar resultados, ofrece la ventaja adicional de tener ajo fresco disponible para consumo mientras protege el jardín.















