Cambia la Iglesia católica: la santa que inventó la cerveza y describió por primera vez el placer sexual
Pese a que el origen se dio hace miles de años, la fórmula actual la desarrolló una mujer en la Edad Media.
Una de las santas más importantes de la Iglesia católica es reconocida no solo por su gran obra y entrega a los demás, sino por ser la creadora de la fórmula actual de la cerveza y por ser la primera en describir el orgasmo femenino en su prestigiosa obra literaria sobre sexualidad.
Hace más de 7000 años, en la Mesopotamia, comenzó a desarrollarse la actividad cervecera, cuando las mujeres de la península mezclaron los granos de cereal con agua y hierbas para elaborar un brebaje con fines nutritivos. Lo cocinaron y de aquella mezcla intuitiva impulsada para calmar el hambre resultó un caldo que fermentaba de manera espontánea.
Luego, la receta se difundió y ese líquido turbio y espeso, pero muy nutritivo, se volvió capaz de alegrar el espíritu. Por cientos y miles de años, la bebida se volvió famosa a partir de su comercialización.
¿Quién es la santa de la Iglesia católica que inventó la cerveza?
La versión más extendida del origen de la cerveza actual asegura que fue inventada por monjes. Sin embargo, cuando los religiosos vieron el potencial de lo que las familias, y en concreto las mujeres, ya hacían, decidieron invertir en el cultivo de cereales para crear nuevas mezclas y comercializarlas.
A pesar de ese monopolio clerical, la cerveza tal y como la conocemos la inventó también una mujer. Fue en la Edad Media cuando su elaboración experimentó un cambio sustancial al agregar a la mezcla fermentada el lúpulo, un estrecho pariente del cannabis, cuyas flores dotan a la bebida de su característico amargor y de unas propiedades conservantes que permitían almacenarla durante mucho más tiempo.
La autora del descubrimiento que dio este giro radical a la coctelería moderna fue la abadesa Hildegarda de Bingen (1098-1179), que se conoce en el mito como "la versión femenina de Leonardo da Vinci".
Recién en 2011, el papa Bendicto XVI la canonizó no solo por su rol como maestra cervecera, sino como teóloga, escritora, compositora musical y botánica (en su obra Physica describió más de 200 plantas). En 2012, se la nombró como cuarta doctora de la Iglesia detrás de Santa Teresa, Santa Catalina y Santa Teresita.
¿Cuál es la importancia de esta santa?
A diferencia de otros referentes católicos en la materia, Hildegarda fue la primera en atreverse a asegurar que el placer no era obra de satán, que residía en el cerebro y que la mujer también lo sentía.
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En el "Libro de causas y remedios de las enfermedades", la abadesa de Bingen explicó que el sexo no era fruto del pecado y el placer sexual era cosa de dos. Así, logró describir sin tapujos el momento del clímax de la pareja.
"Tan pronto como la tormenta de la pasión se levanta con un hombre, es arrojado en ella como un molino. Sus órganos sexuales son entonces, por así decirlo, la fragua a la que la médula entrega su fuego. Esa fragua luego transmite el fuego a los genitales masculinos y los hace arder poderosamente", analizó sobre el hombre.
Sin embargo, su explicación sobre el orgasmo femenino es más profunda aún y data de hace 1200 años: "Cuando la mujer se une al varón, el calor del cerebro de esta le hace saborear a aquel el placer en la unión. Ese calor del cerebro lo atrae y lo retiene consigo y se cierran todos los miembros que durante la menstruación están listos para abrirse".
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