

Llegó diciembre. Para muchos es la época más linda del año. Las calles se llenan de luces, de colores, de ofertas, hay música y algarabía, pero no todos lo viven de la misma forma. Es también un momento en el que pueden aparecer emociones no tan positivas debido a la presión social que se genera.
Desde la televisión, anuncios en la vía pública hasta las redes sociales, las imágenes que aparecen son mayoritariamente de familias felices que han alcanzado diversos objetivos en el año que termina y que esperan con un optimismo desbordante la llegada del 2026.
Esto, en algunos casos, puede aumentar la sensación de agotamiento, al no poder cumplir con los estándares de lo que se nos impone o se nos muestra como lo que “debería ser”. Esos altos niveles de expectativa con familias felices, grandes compras, metas logradas y una vida resuelta muchas veces solamente profundizan vacíos y hacen que aparezca la comparación como un invitado no deseado.

Cómo transformar las emociones de agotamiento en algo positivo
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el síndrome de burnout se refiere específicamente a fenómenos del contexto ocupacional y no debería aplicarse para describir experiencias en otras áreas de la vida. Es decir, lo centra exclusivamente a la pérdida de entusiasmo y energía con respecto al trabajo.
Pero el agotamiento que impacta en varias personas en esta época, va más allá de lo laboral. Terminar un año es darse cuenta muchas veces de que no se alcanzaron los objetivos previstos. Tal vez no se perdieron los kilos esperados, ni se compró el auto soñado o se logró conseguir pareja.
Es por eso que el énfasis debería ponerse en lo que sí se consiguió y sobre todo practicar la gratitud, para no sentir que no estamos haciendo suficiente, desvalorizando lo que realmente somos, tenemos y lo que hemos vivido.
En ese sentido, la psicóloga clínica y autora internacional Dra. Edith Shiro, quien llegó a la Argentina para participar del Congreso Internacional de la Felicidad, organizado por la World Happiness Foundation, detalla cómo reconocer si sufrís de agotamiento y la forma en que podés transformar estas emociones.

Cómo reconozco si sufro de agotamiento de fin de año: cuáles son los síntomas
La Dra. Shiro explica cuáles son los síntomas principales de estrés y desgaste emocional:
- Te sentís anestesiado, desconectado de lo que está pasando en tu día a día.
- Cualquier exigencia, pregunta o pedido de otras personas se siente abrumador, inmanejable, como si fuera algo mucho más grande de lo que podés lograr.
- Tenés agotamiento mental y emocional. No te entra más información, más eventos, seguís funcionando, pero parecés un robot en automático, porque no tenés una motivación real y clara para hacer las cosas.
- Hay mucha irritabilidad, peleas con los demás, desconexión, perdés un poco tu norte.
Qué podemos hacer para prevenir el agotamiento en esta etapa del año
Lo más importante, según Shiro, es “no engancharnos con las ilusiones virtuales de lo que debe ser, cuánto tenés que gastar, cuántos regalos tenés que comprar, a cuántas fiestas tenés que ir, para ser feliz”.
Es por eso que recomienda “volcarnos un poco más a lo que sí tiene significado en la vida, a la apreciación, al agradecimiento, a tomar las cosas un poco más lento, reconectar con la naturaleza, ir a caminar al parque, a la playa, a la montaña, hacer espacio para sentarnos con amigos cercanos, con familia y tener buenas conversaciones”.
Asimismo, sugiere llevar una alimentación saludable y procurar un buen descanso nocturno.

Depresión y soledad: por qué aumentan los casos en fin de año
La especialista alerta que a fin de año aparece la nostalgia y la depresión, porque son momentos en los que se espera la celebración en familia, felicidad, grandes logros, y entonces se recuerda mucho más a los que ya no están.
“Mucha gente más bien rechaza estos momentos de fin de año, de fiesta, porque están asociados con la pérdida de seres queridos, con la distancia de un amigo, de la familia, con la sensación de soledad, de no tener con quien celebrar o sentir que no pertenecen a ninguna comunidad, ninguna familia, ningún grupo”, asegura Shiro.
Asimismo, advierte que también es difícil para quienes estén atravesando estos cuadros darle voz a lo que sienten, exteriorizar esa sensación de pérdida, de soledad y de tristeza. “Por eso, más bien se encierran en esta etapa del año y rechazan estas celebraciones. Hay gente que no tiene pareja, que no tiene familia ni amigos con quien celebrar, que se siente muy aislada, desconectada y todo esto es un recordatorio”, reitera.
Sobre eso, recomienda “hacer espacio a lo que nos ocurre, honrar esas emociones, reconocerlas y apreciarlas, es importante”.
Cinco tips importantes para incorporar y transformar las emociones de agotamiento en fin de año:
Para evitar caer en la comparación y en la presión social que se acentúa en esta etapa del año, la experta nos da estos consejos:
- Soltar las redes sociales y el constante bombardeo de expectativas. Dar un descanso de la tecnología.
- Tomar tiempo para conectar emocionalmente con personas alrededor nuestro que nos hagan sentir bien, tener conversaciones con sentido, tener conexiones con gente cercana que nos quiera.
- Elegir un momento en el día en estas semanas de fin de año para hacer algo que nos guste y que nos traiga alegría.
- Tomar el tiempo de escribir todo lo que ha pasado durante el año, lo que ha sido positivo, lo que hemos logrado, que nos ha hecho sentir bien, todas las personas que están a nuestro alrededor, todos los momentos de felicidad, todo lo positivo de este año.
- Escribir cómo nos imaginamos y visualizamos en un aspecto de nuestra vida que va a seguir desarrollándose en 2026, que nos traerá alegría y satisfacción.












