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El temor por la Tercera Guerra Mundialse mantiene latente por los conflictos entre países que siguen activos. Mientras Estados Unidos y el Vaticano buscan mediar entreUcrania y Rusia, el miedo a que la tensión escale y se desarrolle una catástrofe nuclear persiste.
Es así que la Organización Mundial de la Salud (OMS), como parte de su labor de prevención y preparación, participó de un simulacro organizado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en el que intervinieron 75 países. El objetivo, uno solo: emergencia nuclear.
Emergencia nuclear: el simulacro de preparación de la OMS y la OIEA
El ejercicio de emergencia nuclear tuvo una duración de 36 horas. La actividad formaba parte de las Convenciones de nivel 3 (ConvEx-3) del OIEA, el ejercicio de emergencia de mayor nivel y complejidad.
Estos ejercicios a gran escala se llevan a cabo con una periodicidad de entre tres a cinco años y tienen como finalidad poner a prueba la capacidad en materia de preparación y respuesta frente a emergencias y determinar las esferas susceptibles de mejora. El último ejercicio ConvEx-3 se celebró en 2021 en cooperación con los Emiratos Árabes Unidos.

Alerta nuclear: cómo fue la reacción de los organismos a la emergencia
En esta ocasión participaron más de 75 países y 10 organizaciones internacionales y se basó en un accidente simulado en una central nuclear de Rumania que provocó la liberación de importantes cantidades de material radiactivo.
Los países y las organizaciones participantes intercambiaron información en tiempo real, evaluaron los riesgos cambiantes, coordinaron las comunicaciones y tomaron decisiones sobre las medidas de protección adecuadas, incluida la respuesta médica.
La ciberseguridad, una de las nuevas amenazas en una catástrofe
Entre los elementos nuevos en el ejercicio de este año se destaca la estrecha coordinación de las medidas de protección por parte de Bulgaria y la República de Moldavia, países limítrofes con Rumania, el despliegue de misiones de asistencia internacional y el desafío adicional que plantean las amenazas de ciberseguridad. Un simulador ampliado de medios sociales permitió probar distintas estrategias de comunicación para situaciones de crisis.
Después de este ejercicio, el OIEA recopilará y publicará un examen detallado de las mejores prácticas y las esferas susceptibles de mejora. La OMS examinará las enseñanzas extraídas y ajustará los procesos.












