

Es sabido que una gran cantidad de fraudes que se registran habitualmente en distintos niveles de la empresa nunca llegan a ver la luz. El temor de denunciar esta clase de episodios hace que muchos empleados prefieran guardar el secreto antes que quedar expuestos en una situación de este tipo. De hecho, está comprobado que el 80% de la gente se calla la boca ante un fraude si no tiene confianza en que su identidad va a ser guardada bajo siete llaves.
Uno de los ejes del negocio de Resguarda es, justamente, abrir un canal de comunicación externo “para que toda persona vinculada a la compañía, desde empleados hasta gerentes o proveedores puedan hacer sus denuncias en forma anónima, a través de una suerte de línea 0–800 atendida por expertos en el tema , cuenta Martín Ghirardotti, CEO de este emprendimiento.
Ghirardotti es contador de la Universidad de Buenos Aires y trabajó en PricewaterhouseCoopers (PwC) hasta 1999, cuando pasó al Estudio Lisicki, Litvin y Asociados, en donde hoy es socio del departamento de Auditoría. De hecho, fue ese estudio el que en 2003 financió con 150.000 pesos el plan de negocios presentado por Ghirardotti, que armó el proyecto junto a Christian Urreli. Resguarda nació como un servicio adicional de Lisicki, Litvin y Asociados, y luego terminó cobrando vida propia como compañía independiente.
Sarbanes Oxley ayuda
Una de las pautas que fija la ley Sarbanes Oxley para las empresas que cotizan en Estados Unidos es que las compañías deben poner al alcance de sus empleados un mecanismo de denuncias anónimas para casos de fraude.
“Luego de los escándalos de Enron y WorldCom, y con la Sarbanes Oxley, nos vimos francamente beneficiados porque ya teníamos armada nuestra compañía y muchas firmas, como Repsol YPF y Metrogas, nos pedían cotización , dice Ghirardotti, y aclara que el sistema funciona con compañías de más de 700 empleados.
“Además de una línea de denuncias, los empleados nos pueden mandar un e–mail, pero es mejor que nos llamen por teléfono porque así pueden recibir la asistencia de un experto que ayuda a darle curso a la inquietud , explica el emprendedor, que cuenta entre sus clientes a Metrogas, Vittal, Red Megatone y Boston Seguros.
“Es un mercado que se está armando, porque hace cinco años esto no existía; de todas formas, creemos que el verdadero despegue se va a dar de acá a un año y medio o dos , confía Ghirardotti.
Algunos datos duros lo respaldan: según la asociación que agrupa a investigadores de fraudes en EE.UU., el costo por cada uno de estos ilícitos en la empresa disminuye hasta un 50% si se implementa una línea telefónica de denuncias anónimas.










