

Investigaciones recientes muestran que los fósiles –descubiertos en octubre pasado en una isla de Indonesia– de unos seres a los que en su momento se llamó hobbits, en referencia a los personajes de El Señor de los Anillos, pertenecen a una especie humana primitiva, hasta ahora desconocida.
En la edad adulta, estos hobbits medían alrededor de 90 centímetros de altura, que es el tamaño aproximado del ser humano actual a los tres años.
Los escépticos han sugerido que los huesos pueden haber pertenecido a monos, a humanos con trastornos de crecimiento o a pigmeos. Pero la reconstrucción en computadora del cerebro de estos seres a partir de la huella dejada en el suelo por una calavera, difiere del cerebro de cualquier mono o humano conocido. Y los antropólogos están intrigados por la evidencia de que estas diminutas criaturas eran capaces de alcanzar altos niveles cognitivos.










