

Como toda empresa de organización piramidal, los estudios tienen un problema a la hora de incorporar profesionales con experiencia y capacidad a los puestos de mando. La cantidad de socios que soporta una estructura es limitada y el organigrama da pocas opciones para incluir abogados de jerarquía dentro del staff. Hay, sin embargo, una figura que permite solucionar esta limitación estructural. Es la de abogados of counsel o, en su traducción local, consejeros externos.
Esta figura es amplia en su definición y apunta a generar un espacio para que los estudios puedan contar con el trabajo de profesionales jerarquizados sin tener que alterar su esquema societario. Su utilización está muy difundida en mercados más desarrollados, como el de los Estados Unidos, pero aún genera dudas en la Argentina. Eso no impide que un par de adelantados estén haciendo punta con resultados muy satisfactorios. La clave de los of counsel es que tienen acuerdos especiales que los distinguen del resto de los abogados, pero funcionan dentro de la estructura del estudio, con quien establecen pacto de exclusividad. En esto se diferencian de un consultor tradicional que vende sus servicios a diferentes clien
“Es un esquema amplio que se adapta a las necesidades del estudio y del profesional , señala Larry Wiener, of counsel de Negri & Teijeiro. Wiener es un californiano que desembarcó hace 15 años en la Argentina con la idea de estudiar una temporada y luego volver, pero se enamoró de una argentina y quedó anclado en Buenos Aires. Considera que la principal ventaja del sistema es que resulta muy flexible y permite incorporar abogados con probada trayectoria en el mercado sin necesidad de “patear el tablero societario del estudio.
“Al ser el de Buenos Aires un mercado chico, la figura de of counsel permite dar más movilidad a los abogados , dice. El principal problema, considera, es que el esquema aún no está muy difundido y hay que “educar tanto a los clientes como al resto de los profesionales del estudio.
“Me ha pasado estar al frente de un equipo del estudio en una reunión con clientes y que me miren sin entender demasiado. Se preguntan cómo puede ser que alguien que no es socio lidere una negociación de la que participan abogados del estudio que sí lo son. No entienden que la categoría de of counsel no se relaciona a la jerarquía del profesional , dice. Pero los clientes no son los únicos que se sorprenden por el arreglo de Wiener. Dentro de Negri & Teijeiro al principio había quienes no comprendían por qué iba todos los días y pasaba tantas horas trabajando. “Alguno me dijo que los of counsel que conocía iban poco. Le respondí que serían gente inteligente. Yo me paso muchas horas, soy muy hands on , explica.
Esta figura permitió que Negri & Teijeiro pudiese incorporar a un profesional como Wiener, otorgando flexibilidad a un esquema por definición estructurado. Es que aunque el famoso up or go (ascender o partir) que rige en los estudios de los Estados Unidos no se aplique con tanta rigidez en la Argentina, eso no impide que la pirámide de mando suela sufrir atascamientos en las instancias previas a su vértice. La renovación de los socios en un estudio es limitada y no todos los abogados logran esa meta. Eso puede generar incomodidades y, eventualmente, que los profesionales emigren hacia estudios que les otorgan más posibilidades de crecimiento. Esto ocurre especialmente en estructuras pequeñas y medianas, donde las alternativas de progreso son más limitadas.
El sistema de of counsel presenta alternativas al up or go y sus posibilidades son muy variadas. Algunas, por caso, funcionan como una alternativa al retiro. Ocurre con los socios que llegan a la edad estipulada para jubilarse pero que tienen ganas y energía como para seguir colaborando. En algunos estudios se suele recurrir entonces a la figura del consejero externo para que el abogado ejerza como consultor en ciertas materias, adecuando los horarios a su necesidad y las del estudio.
Eso ocurre en O’Farrell, donde el estatuto establece que los socios deben comenzar a disminuir sus tareas cuando llegan a los 60 para retirarse a los 65. Es una manera de renovar el staff y garantizar la movilidad ascendente. Este objetivo, sin embargo, muchas veces se contrapone al deseo del abogado y las necesidades del estudio, que podría beneficiarse con la experiencia de gente que ya cumplió los 65 pero no quiere quedarse en la casa. “La expectativa de vida se prolongó y muchos llegan a los 65 con ganas y posibilidades de seguir trabajando. Si nosotros no les damos esa posibilidad, corremos el riesgo de que la persona se vaya a otro estudio, lo que sería muy contraproducente , explica Fernando Borio, managing partner de O’Farrell. La categoría de of counsel es una manera de solucionar este dilema sin traicionar el estatuto que obliga al retiro. En estos casos, el abogado y el estudio establecen de común acuerdo las condiciones para seguir desempeñándose. Las alternativas van desde convertirse en un profesional de consulta esporádica hasta roles más activos a cargo de temas específicos. El profesional puede graduar su participación y la remuneración se establece según el caso.
Un segundo ejemplo en que se utiliza la figura de consejero externo es para abogados con una especialidad académica y un compromiso de dedicación exclusiva en alguna facultad. El estudio y el profesional combinan para trabajar juntos en aquellos casos específicos a la cuestión en la que el abogado es un experto. Hay un tercer grupo de casos para el que suele utilizarse esta figura: es para otorgar la citada flexibilidad que permite incorporar abogados por fuera de la estructura. Se trata de profesionales con carreras fuera del mercado de los estudios, que en algún momento deciden incorporarse a uno. Pueden haber desarrollado una larga experiencia en la Justicia o dentro de una empresa y deciden cambiar el perfil de su carrera e incorporarse a un estudio.
El dilema entonces es cómo amoldarlos dentro de una estructura un tanto rígida y estática. Al tener edad y experiencia suficientes para ser socios, pero no contar con la carrera dentro del estudio o los contactos que ameriten otorgarles esa condición, muchas veces se recurre a los esquemas de of counsel. “Hay veces en que detectamos un profesional de mucha relevancia en su campo a quien queremos incorporar por fuera de la estructura y la figura del of counsel nos da esa posibilidad , señala Borio. En esos casos, se pacta un acuerdo de colaboración y el estudio logra reforzarse en un área específica sin dinamitar la estructura interna. En este momento, en O’Farrell hay cuatro consejeros externos: Pablo Schmukler, especializado en propiedad industrial e intelectual, Fernando Amaral Paz, en contencioso civil y comercial, Alejandro de Achaval, en derecho corporativo y Roberto Zucchella, en contencioso civil y comercial.
El esquema de Cabanellas, Etchebarne, Kelly & Dell’ Oro Maini es similar. La figura del of counsel se utiliza tanto para los socios que llegan a la edad de retirarse y quieren seguir trabajando, como para los profesionales con experiencia que se suman al estudio por afuera de la estructura tradicional. “Muchas veces ocurre que hay un profesional valioso al que uno le gustaría sumar al estudio, pero no va a hacer la carrera tradicional y por eso no sirve incorporarlo a la estructura. Hay es donde aparece el of counsel. Es una manera de lateralizar incorporaciones , explica Guillermo Cabanellas, socio de CEKD.
En el caso del of counsel Fernando Ottolenghi se combinan su experiencia fuera de los estudios –fue juez comercial durante 24 años– y una edad cercana al retiro, 62, que hace de este esquema el apropiado. Hace dos años se jubiló de su carrera en la Justicia y entonces recibió la propuesta de Allende & Brea. Uno de los socios del estudio, Cristian Fox, había trabajado en su juzgado y se le ocurrió que podían beneficiarse con los amplios conocimientos de Ottolenghi en materia de litigios. “Estaba decidido a jubilarme como juez, pero algo tenía que hacer porque no quería quedarme en casa sin hacer nada. Estoy viejo pero no tanto , explica Ottolenghi.
La propuesta de Allende & Brea fue la solución a su dilema y desde entonces trabaja todos los días de 8.30 a 13 y de 15.30 a 21. “Me consultan los abogados jóvenes, especialmente los que están en litigios, sobre mi visión de los asuntos. La verdad es que estoy muy entretenido , dice.
Al aceitar los engranajes de los estudios otorgándoles mayor flexibilidad, el esquema of counsel se adapta a las necesidades de organizaciones que suelen ser un tanto rígidas. Aunque al momento no está muy difundido, el sistema promete reproducirse. Habrá que esperar.










