La primera sección de islas del Delta bonaerense tiene una población estable de por lo menos 5.000 personas y los fines de semana se convierte en un hervidero de lanchas –hay 60.000 embarcaciones matriculadas– que amarran en recreos y muelles. Gustavo Zizzeta pesca en esas aguas desde hace más de una década y encontró la forma de crear un emprendimiento que lo mantuviera cerca de su pasión por el Delta: armó Deltamedics, una prepaga de emergencias médicas para atender tanto a los barcos como a los habitantes de las islas y recreos de la zona.

“Hubo un crecimiento muy fuerte en esta región, abrieron paradores, spas, y me pareció que había llegado el momento de ofrecer un servicio de urgencias médicas , cuenta Zizzeta, que tiene experiencia en el rubro de la emergentología, porque hace 21 años fundó Paramedics, firma que opera en Capital y Gran Buenos Aires.

El diferencial de Deltamedics es que su base no está en la costa sino en el epicentro de la primera sección de islas del Delta, en el Canal de San Antonio y el Río Capitán. La empresa cuenta con dos lanchas rápidas y un catamarán de apoyo de alta complejidad, con un equipo de seis paramédicos y cuatro médicos, que patrullan la zona día y noche.

La lancha rápida traslada al paciente hasta el catamarán y allí mismo es atendido por el médico, a menos que sea necesario llevarlo al continente.

El emprendedor invirtió 80.000 dólares, parte de su bolsillo y parte de las arcas de Paramedics, para dar curso a esta prepaga náutica, que busca cubrir al menos el 5% de las 60.000 embarcaciones existentes en la zona. “Hoy atendemos unos seis incidentes por semana , comenta.

En concreto, el servicio que se ofrece a los habitantes del Delta cuesta unos 70 pesos por mes, mientras que a quienes tienen barco se les cobra entre $ 40 y $ 50, dependiendo de la eslora de la embarcación.

“Queremos vender este servicio en forma corporativa a prepagas y obras sociales, pero también a guarderías de lanchas, recreos y a todo aquel que tiene su embarcación y quiere estar cubierto .

Zizzeta planea facturar unos $ 60.000 de acá a marzo y recuperar su inversión en tres años.