Los principales bancos de inversión de Wall Street ajustaron sus proyecciones de suba de tasas de interés de la Reserva Federal (Fed) al alza.

La persistencia en la inflación y la caída del desempleo empujan a los analistas a proyectar una Fed más agresiva en su política monetaria. Este contexto adverso genera preocupación en el impacto a nivel local.

Los analistas de Bank of America esperan siete subas de tasas para 2022. Nomura y BNP Paribas esperan seis. Por su parte, JP Morgan, Deutsche Bank, Wells Fargo, Citi y Goldman Sachs esperan que la Fed eleve cinco veces la tasa de interés.

Más abajo se encuentran Morgan Stanley y TD Securities, que esperan cuatro subas, mientras que Barclays y HSBC proyectan tres.

Debido a que los analistas comienzan a ver cada vez más cerca la probabilidad de ver subas de tasas, el mercado reaccionó rápidamente. Esto se ve principalmente en el fuerte desplazamiento alcista de las tasas de interés en la curva de deuda soberana americana.

Los rendimientos más cortos subieron con fuerza y alcanzan su mayor valor en dos años. Del mismo modo, el dólar también subió con fuerza en las últimas semanas y tocó su valor más elevado desde mayo de 2020.

El viernes se publicó el dato de empleo en EE.UU., en el que se registró un aumento de 467.000 en las nóminas laborales. Esto es mucho más de lo que esperaba el mercado.

Los economistas encuestados por Dow Jones esperaban una pequeña suba de 150.000 y algunos economistas predijeron una gran disminución.

De esta manera, el buen dato de empleo en EE.UU. generó una expectativa negativa en Wall Street, con las acciones apuntando a la baja y los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense desplazándose hacia arriba.

Esto se da ya que el mercado espera que la Reserva Federal (Fed) continúe con su plan de aumentar las tasas de interés a partir de marzo.

Asi, la tasa a 10 años del bono del tesoro americano subió a 1,93%, su mayor valor desde el inicio de la pandemia.

Por esta razón, analistas advierten los impactos en los mercados emergentes en general y en la Argentina en particular.

En cuanto al impacto local, los analistas de First Mariva Research afirmaron que tanto los mercados emergentes como la Argentina podrían verse aún más afectados ante un escenario alcista en las tasas de interés.

Los analistas de la compañía explican que, en períodos de política monetaria contractiva, suele observarse tanto un risk off como un fly to quality. En ellos, el flujo sale de los mercados considerados más riesgosos, buscando cobertura en activos tales como los bonos del Tesoro americano, el dólar y el oro.

Además, agregaron que se encarece su deuda en dólares, haciendo más difícil su rollover.

Gloria Patrón Costas, analistas de Portfolio Personal Inversiones, también subraya que para la Argentina el contexto de suba de tasas significa un escenario global mucho más desafiante.

"Con tasas más altas y un dólar más firme, los flujos encuentran valor por fuera de riesgo emergente. Además, una apreciación muy fuerte de la divisa termina perjudicando el mercado de commodities y los precios de los granos. De esta manera, las condiciones financieras a nivel global para el país son mucho más limitadas que un año atrás", sostuvo.

Sin embargo, con un riesgo país en niveles de casi 1800 puntos la vía de impacto más importante para la Argentina no luce por el lado financiero, sino principalmente por el lado comercial.

Juan Manuel Franco, economista de Grupo SBS, entiende que, en cuanto al impacto sobre Argentina, al estar tan desacoplado del mundo producto de la carencia de crédito externo, el efecto pasa más por el impacto de las subas de tasas sobre el dólar y sobre los precios de los commodities.

"Creemos que una inflación más persistente servirá de sostén para los precios de commodities, por lo que, salvo una sequía dura, Argentina debería poder aprovechar aun los precios actuales durante este año", afirmó.

Finalmente, José Echague, estratega de Consultatio, también remarca que el impacto puede venir fundamentalmente por el canal comercial y no tanto por el financiero.

"Creo que la suba del dólar le pega de costado a la Argentina. Los problemas de fundamentals y tipo de cambio de Argentina no depende de condiciones externas sino de sus propios desequilibrios externos, por lo que el dólar global no tiene mucho que hacer dentro de la ecuación. En términos financieros, la suba del dólar y tasas es irrelevante. Ahora, en términos comerciales, sí", comentó.