El Banco Nación dio el puntapié inicial. Luego de haber bajado las tasas de plazo fijo del 31 al 28%, ahora se dio vuelta y las subió al 30%, mientras los demás bancos los imitaron, al punto que Galicia y BBVA las subieron al 29,5%, Provincia al 29%, y Macro pica en punta con el 34%, junto con el Mariva. Luego viene ICBC que las subió al 31%, Comafi al 30,25%, Credicoop e Hipotecario al 30%, Santander al 27,5% y Ciudad al 26%. "El Central sube la tasa para contener al dólar, así que tenemos que ir todos en la misma sintonía conceptualmente, y estar estructurados para seguir captando depósitos para poder seguir prestando, ya que estamos compitiendo fuerte entre nosotros", advierte un banquero. De todos modos, confiesa que, con este nivel de tasas, donde las activas las suben en la misma proporción, se va a desacelerar el crecimiento que habían tenido en los préstamos, ya que con este nivel de tasas se van a frenar. A que el mercado de pesos volvió a mostrar signos de iliquidez tras la liquidación de la licitación del viernes pasado. Los bancos convalidaron tasas altas en Lecap para extender vencimientos, drenando liquidez intradiaria del sistema, y la curva continuó deteriorándose. La tasa de caución a un día superó el 50% en algunos momentos del día, cerrando más cerca del 40%. Las Lecap cortas pasaron el 40% y los bonos CER de corto plazo rinden 17% real. "Aunque creemos que la presión es transitoria y parte de la volatilidad propia del esquema, episodios como este parecen difíciles de evitar en un marco con dos características centrales", revelan los analistas de Max Capital, y pasan a enumerar. i) Un esquema de agregados monetarios, que naturalmente genera volatilidad de tasas. ii) Un Tesoro que opera principalmente a través de licitaciones quincenales para expandir pesos. Esto hace que cualquier exceso o falta de liquidez entre licitaciones se traslade directamente a las tasas, amplificando la volatilidad. De ahí que pasan a detallar algunas posibles soluciones: i) Implementar una ventanilla de pases que marque un piso y un techo para las tasas, aunque sea amplio. ii) Mayor presencia del BCRA en el mercado secundario, comprando cuando las tasas suben y vendiendo cuando bajan. iii) Una guía sobre las expansiones o contracciones del Tesoro en línea con la meta de M2, para dar referencias al mercado. El BCRA se resiste a operar regularmente en pases para evitar financiar indirectamente compras de dólares o generar costos cuasifiscales, y evita comprar bonos para no expandir la base monetaria y alimentar la inflación. La única solución a la vista parece ser la próxima licitación del Tesoro, con liquidación el 31 de julio, que es cuando el gobierno se siente más cómodo expandiendo. Hasta entonces, es poco probable que se resuelva la volatilidad, y las tasas seguirán relativamente altas. "Ese momento podría traer un alivio temporal, pero la volatilidad persistirá mientras los cambios de liquidez entre licitaciones sigan impactando directamente las tasas. Con el tiempo, el mercado debería adaptarse a gestionar la liquidez en ese esquema, pero eso llevará tiempo, y cierta dosis de volatilidad es inherente al marco actual", concluyen desde Max Capital. "Muy altos niveles de tasa, con expectativas que siguen desancladas y sin un mecanismo que quite volatilidad a los rendimientos de más corto plazo, difícilmente dejemos de ver idas y venidas en los demás mercados de pesos", coinciden desde la consultora Outlier.