Sorpresa por la magnitud, potencialidad de punto de inflexión, oportunidad para flexibilización monetaria y reformas, cautela ante la historia de frustraciones argentinas, rigor en la implementación y respaldo político interno son algunas de las claves para que los anuncios de Scott Bessent concluyan exitosamente.
Así lo considera Martín Castellano, quien conoce como pocos la dinámica económica y financiera de la Argentina y de América latina. En el país fue director de estudios económicos del Banco Central de la República Argentina, desde donde partió hace 15 años a Washington, donde está a cargo del departamento de investigaciones económicas para América latina del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), el think tank de los bancos globales.
Economista argentino, egresado de la UCA, con posgrados en UCEMA y en Chicago, Castellano comentó con El Cronista en este intercambio los impactos del paquete que contempla un swap de monedas con el BCRA por u$s 20.000 millones, un stand-by, la compra de bonos de la deuda en dólares y financiamiento a privados.
-¿Cómo evalúa el paquete de asistencia financiera que anunció hoy Scott Bessent?
-Se trata de un respaldo más contundente de lo que esperaba el mercado. Las menciones explícitas a la compra de bonos en el mercado secundario o primario, al crédito del Fondo de Estabilización Cambiaria, a un swap con el banco central, e incluso a esfuerzos para impulsar la inversión de empresas estadounidenses, convierten a la asistencia financiera en un espaldarazo sin precedentes que puede ser un punto de inflexión para la economía argentina.

-¿Resuelve las necesidades de la economía argentina para poder encarar las reformas que necesita?
-El apoyo financiero resuelve dos aspectos clave del plan económico del Gobierno. Por un lado, mejora la posición de liquidez en dólares para poder ir dándole más flexibilidad al esquema de política monetaria. Por otra parte, asegura en el corto plazo el repago de deuda externa, una de las principales preocupaciones de los inversores. Esto aumenta las posibilidades de encarar las reformas que se necesitan.
"Si los inversores ven que se aprovecha la oportunidad para darle solidez a la política monetaria y, al mismo tiempo, se amplía el apoyo político para implementar reformas que mejoren la productividad de la economía, la inversión va a acompañar"
-¿Será suficiente para convencer a inversores financieros de la fortaleza del programa? ¿Y a inversores en general de encarar proyectos en la economía real?
-Es la gran pregunta. Esto, sin dudas, mejora las perspectivas para convencer a los inversores. De todas maneras, me parece que la llave sigue estando en el accionar del Gobierno y de todo el arco político. Si los inversores ven que se aprovecha la oportunidad para darle solidez a la política monetaria y, al mismo tiempo, se amplía el apoyo político para implementar reformas que mejoren la productividad de la economía, la inversión va a acompañar.
-¿Despeja las dudas acerca de incumplimientos, una sombra que tiene la Argentina hace años?
-Exacto. Al menos en el corto plazo, esto asegura el cumplimiento con un calendario de pagos de deuda externa que se vuelve cada vez más exigente. Esto le permite al Gobierno comprar tiempo para retomar el acceso al mercado de crédito.
"Esto asegura el cumplimiento con un calendario de pagos de deuda externa que se vuelve cada vez más exigente. Esto le permite al Gobierno comprar tiempo para retomar el acceso al mercado de crédito".
-¿De qué modo condicionará el curso de la economía del país?
-Aun hay que ver la forma en la que se va a instrumentar. Creo que es una oportunidad para seguir en el camino de estabilizar a la economía pero también para acelerar la aprobación de importantes reformas en el plano laboral, fiscal y previsional. De todas maneras, creo que es importante ser cautos y no generar expectativas desmedidas. La Argentina aún viene corriendo por detrás en muchos aspectos comparado con otros países de la región y en este camino no hay atajos.
"Creo que es importante ser cautos y no generar expectativas desmedidas. Argentina aún viene corriendo por detrás en muchos aspectos comparado con otros países de la región y en este camino no hay atajos".
-¿Sigue la Argentina necesitando modificar sus cuentas externas, el tipo de cambio, y la acumulación de reservas o la existencia de una especie de prestamista de última instancia (el Tesoro de EEUU) elimina esa presión?
-Una ayuda financiera de esta magnitud le da aire al programa pero está claro que la consistencia interna y la sostenibilidad externa son cuestiones que los inversores van a seguir mirando de cerca. Creo que hay confianza en la convicción del Gobierno para hacer las correcciones necesarias, avanzar en cuestiones estructurales y evitar grandes desalineamientos. De todos modos, ya ha habido experiencias en la Argentina que generaron entusiasmo y euforia inicial pero que luego dieron lugar a la complacencia, tuvieron problemas de implementación y no terminaron siendo exitosas.
-¿Qué papel tendrá la fortaleza política del Gobierno en este contexto?
-Creo que la asistencia financiera va a generar incentivos en el arco político, obviamente en aquellos sectores más afines en sus ideas a las del Gobierno, para apoyar con más énfasis la dirección de la política económica actual. En este sentido, los inversores verían positivamente señales de pragmatismo y menor confrontación para ampliar el apoyo político de cara a la necesidad de aprobar leyes con alto impacto en lo económico en los próximos meses.
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