El apoyo financiero de Estados Unidos al Gobierno de Javier Milei generó un optimismo moderado en Wall Street. El banco de inversión Morgan Stanley consideró que los riesgos de liquidez de la Argentina se redujeron a corto plazo, aunque la volatilidad continuará ante la inminencia de las elecciones del 26 de octubre. En ese escenario, el gigante de Nueva York mantiene su recomendación de neutralidad en bonos argentinos, aunque señala cuáles son los que, en su opinión, tendrán mejor rendimiento. "Hemos mantenido una postura neutral desde el resultado de las elecciones de la PBA. Hoy la situación luce mucho mejor que el viernes, pero los bonos también han subido entre 8 y 10 puntos. Por lo tanto, en este momento es demasiado tarde para ser más constructivos. Si efectivamente se produce un anuncio muy positivo desde EE. UU., creemos que aún habrá tiempo para que los inversores adopten una estrategia de sobreponderación", estimó la entidad en un paper firmado por el estratega Simon Waever. En un escenario de asistencia financiera del Tesoro de los Estados Unidos para enfrentar los vencimientos de deuda de 2026, Morgan Stanley señaló que los bonos soberanos que mejor rendimiento tendrán serán el Global 2029 y el Global 2030. "Si se trata de algo que parece más sostenible, nuestros cálculos de riesgo / recompensa sugieren que el GD38 es el mejor bono", agregó. Según Morgan Stanley, una inyección externa de u$s 10.000 millones contribuiría significativamente a enfrentar vencimientos de deuda por u$s 12.000 millones y a estabilizar las reservas, en un escenario en el que Argentina no lograse volver a los mercados internacionales. Incluso con esa asistencia, las reservas no aumentarían y no resolverían las necesidades de financiación, que parecen casi igual de elevadas en 2027. "La disposición a pagar es muy alta y la capacidad de pago en 2026 también es relativamente alta, especialmente en enero de 2026", considera el gigante de Wall Street. "A más largo plazo, el mercado evaluará la probabilidad de continuidad de las políticas, es decir, la continuación de la restricción fiscal que permita un presupuesto equilibrado. Cuanto mayor sea la probabilidad de una reversión, mayor será el riesgo que se podría descontar en los bonos", concluyó.