Tras las elecciones de octubre, la Argentina tiene una zona liberada en lo que a incertidumbre política se refiere. El año que viene está despejado, salvo que surja el siempre temido cisne negro.
En la región, Brasil y México cuentan con situaciones diferentes, afectados por elecciones y la relación con Estados Unidos. Un reciente informe del Bank of America grafica el panorama 2026 en lo financiero analizando los diferentes factores en danza.
“Se proyecta que el PBI de Brasil crezca un 2,5% en el 2025, frente al 3,4% de 2024, con una posible desaceleración adicional durante 2026 y 2027 (2,0% y 1,8%, respectivamente). Las elevadas tasas de interés siguen siendo el principal obstáculo, lastrando la inversión y el consumo. El próximo año, la inversión también podría posponerse debido a la incertidumbre electoral. Externamente, se espera que la incertidumbre global y la menor demanda de materias primas lastimen las perspectivas de Brasil” destaca el banco norteamericano.
Respecto a México destaca que “la actividad económica se ha desacelerado este año tras un primer semestre más fuerte de lo esperado, con un crecimiento acumulado del 0,3 %. Esto está por debajo de nuestra previsión de hace un año, cuando anticipábamos que México crecería un 0,8 % en 2025. La economía se ha mantenido resiliente gracias a las robustas exportaciones manufactureras (excluyendo automóviles), respaldadas por la exención de aranceles estadounidenses” señala. “Sin embargo, la incertidumbre derivada de las políticas comerciales y las reformas constitucionales de Estados Unidos han afectado la inversión y el consumo. Hasta el momento, México ha evitado una recesión técnica”.
Proyección para Argentina
Sobre la Argentina, el Bank of America destaca que “el presidente Javier Milei ha mostrado recientemente una postura conciliadora, buscando apoyo de gobernadores y legisladores moderados para reformas estructurales. El gobierno priorizará la simplificación fiscal y la modernización laboral, en medio de sesiones extraordinarias desde diciembre. Las discusiones también incluyen el presupuesto de 2026, una mayor desregulación y privatización”.
Luego destaca que “el fin de la incertidumbre electoral generará un círculo virtuoso. Las tasas de interés se desplomaron (tanto en dólares como en pesos), lo que impulsó un repunte de los préstamos y la actividad tras la reciente desaceleración. Los bonos ya han experimentado un fuerte repunte, con rendimientos que han caído a alrededor del 10%”. Por último consigna que pronostican “un crecimiento del PBI del 4% este año y del 3,5% el próximo”.
“Esperamos que el Gobierno ponga en marcha un plan de acumulación de reservas para enero. Esperamos que Argentina converja gradualmente hacia un régimen de mayor flotación”, anticipan.
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