A partir de hoy, el Banco Central implementa una medida que busca aspirar aún más pesos de la plaza cambiaria y dejar atrás la volatilidad en las tasas de interés y la presión sobre el dólar. La entidad conducida por Santiago Bausili sube a partir del 1 agosto al 40% los encajes de depósitos bancarios en cuentas a la vista y de los fondos comunes de inversión (FCI) money market. La suba de la exigencia de efectivo mínimo en los bancos endurecerá aún más el apretón monetario que impulsa el Gobierno para continuar con el proceso de desinflación. "Lo que vimos es que después de la última licitación quedaron una cantidad de pesos excedentes para el sistema. La forma de retirarlos es aumentando el nivel de encajes de los bancos", afirmó ayer Santiago Bausili. "No queremos que sobren pesos excedentes en el mercado y tenemos una política monetaria muy restrictiva donde la tasa se determina de manera endógena. No vamos a liberar liquidez para que bajen las tasas", aseguró Pablo Quirno tras la última licitación del Tesoro, donde $ 2,8 billones no fueron renovados. Ese mismo martes, el funcionario respondió en redes sociales a un usuario que remarcó que esos pesos quedaban "sueltos" e iban a ir al dólar: "No van a haber pesos sueltos, no estás considerando el impacto de la suba de encajes a partir del 1/8". Ese argumento fue repetido por otros funcionarios del ministerio de Economía, que remarcaron que el Gobierno utilizaba la suba de encajes como otro mecanismo para contraer la liquidez monetaria. "El nuevo esquema monetario se apoya en el control de agregados, es decir, en controlar la cantidad de dinero disponible en la economía. El objetivo principal es sostener el proceso de desinflación, que hoy es la prioridad del equipo económico. En ese marco, decisiones como la suba de encajes apuntan a restringir la liquidez del sistema para evitar un exceso de pesos que pueda generar presiones inflacionarias", afirmó a El Cronista Pilar Tavella, Directora de Research Macro & Estrategia en Balanz. Javier Okseniuk, director de la consultora LCG, destacó que la suba de encajes aumentará el spread entre tasas activas, la que cobran los bancos por los créditos, y las pasivas que pagan por los depósitos. Al mismo tiempo, reducirá la remuneración de billeteras y plazo fijos. "Más allá del incremento de los encajes, lo que estamos viendo es una gran volatilidad de las distintas tasas de interés de corto plazo, incluso con una fuerte volatilidad intradiaria, al no haber una política eficaz de administración de tasas", aseveró. Las tasas de interés, de hecho, se desplomaron ayer. La caución a un día cerró a 23,8% de TNA, mientras que la Lecap más corta, que vence el 18 de agosto, operó con una tasa nominal anual de 42,82% y una TEM de 3,55%. "El mayor requerimiento de efectivo mínimo los bancos lo cubren desarmando LECAP. Esto no reduce la liquidez del sistema, que de por sí está muy contraída. Sí hace que los rendimientos que pueden pagar a los ahorristas sean menores", consideró, por su parte, Federico Machado, economista del Observatorio de Políticas para la Economía Nacional (OPEN). Según Okseniuk, no es correcto considerar que la "tasa endógena" es definida por el mercado sin intervención del Banco Central, que administra las tasas convalidando cortes en las licitaciones y controlando la cantidad de pesos que hay en la economía. "Lo endógeno surge del hecho de que el BCRA administra las tasas para cumplir un objetivo cuantitativo sobre un agregado. Y para eso puede subir o bajar las tasas, pero todo el tiempo está administrándolas", concluyó.