El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires aplicará una tasa de Ingresos Brutos del 9% a los bancos que operen con bonos u otros instrumentos emitidos por el Gobierno nacional y, a la vez, sostendrá la exención del pago de ese impuesto para los títulos provinciales.

El proyecto de Código Tributario no se reglamentó aún, pero fue enviado por el gobernador Axel Kicillof a la legislatura bonaerense y genera mucha resistencia por parte de los bancos.

Algunas voces señalan que es similar a lo que se cobra en territorio porteño. “Es como el impuesto que aplica CABA, pero con un universo más acotado, porque la mayoría de las cuentas están en bancos que tributan en CABA”, señala una fuente especializada a El Cronista.

No obstante, generó un rechazo inmediato por parte de bancos. Javier Bolzico, presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA) dijo a El Cronista: “El IIBB sobre la actividad financiera es un gravamen distorsivo que encarece los préstamos a personas y a empresas. Un aumento de la carga de IIBB repercutiría negativamente sobre el crédito y la actividad económica; ese impuesto debería bajar en lugar de subir.”

Desde las cámaras que nuclean a las entidades bancarias, se han quejado varias veces de impuestos provinciales y tasas municipales desde hace tiempo. Cabe recordar que han emitido comunicados contra la carga impositiva en reiteradas ocasiones y han cuestionado judicialmente aumentos tributarios. 

Javier Bolzico, presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA) dijo a El Cronista: “El IIBB sobre la actividad financiera es un gravamen distorsivo que encarece los préstamos a personas y a empresas.

Por otro lado, algunas voces de la City objetan que un problema que tiene la norma es que genera asimetrías entre jurisdicciones y eso complica la operativa nacional de bancos, que deben cumplir con múltiples regímenes tributarios.

Un costo adicional

“Es un impuesto que espanta inversiones y conspira contra la necesidad de los estados de tomar deuda. Además, implica un encarecimiento directo de la actividad financiera y afecta la operatoria del sistema en su conjunto”, señalan desde una entidad. 

Y es que indican que es una medida que introduce un costo adicional sobre transacciones que tradicionalmente no estaban alcanzadas por este impuesto. “Aumenta los costos operativos de intermediación financiera para los bancos, porque toda compraventa de títulos -incluyendo operaciones de gestión de liquidez y cumplimiento regulatorio- pasa a tener una carga impositiva mayor”, se queja una fuente del sector.

En este sentido, sostienen que esta medida “reduce la eficiencia de la gestión de cartera, ya que obliga a recalcular la conveniencia económica de operaciones que son clave para administrar liquidez y riesgo”.

A la espera de los números

Lo cierto es que aún no se conocen exactamente los números de cuánto ingresará a las arcas de la Provincia de Buenos Aires en caso de que se llegue a aplicar la norma, “porque es probable que se abra una instancia de negociación”, anticipa Rafael Flores, economista experto en temas fiscales.

Sin embargo, calcula que “puede ser un número muy importante porque el impacto que tiene para los bancos el pago de ingresos brutos en PBA es muy elevado, dado que pagan el 9%, una de las alícuotas más altas del país sobre el sector”.