

El multimillonario George Soros aseguró que comprende la frustración que ha llevado a los llamados indignados de Nueva York a manifestarse contra Wall Street y que entiende que esas protestas se extiendan por Estados Unidos.
El inversor de origen húngaro señaló que entiende el grado de frustración que ha llevado a miles de manifestantes a protestar contra la avaricia de Wall Street.
Hay muchos pequeños empresarios que han visto cómo el interés en sus tarjetas de crédito ha subido de forma espectacular durante la presente crisis, lamentó el multimillonario, quien aseguró que esas personas dependen del crédito para llevar sus negocios, por lo que muchos tuvieron que cerrar.
Soros señaló que también puede simpatizar con las protestas de los indignados estadounidenses contra el sistema financiero, ya que la población ha visto cómo en esta crisis se ha ayudado a los bancos, entidades que han vuelto a obtener beneficios y al mismo tiempo se les ha permitido pagar primas extraordinarias. El inversor explicó que la razón del nacimiento de las protestas se debe al contraste de esas dos realidades.
De hecho, la protesta contra el corporativismo de Wall Street ha entrado en su tercera semana sin desinflarse e incluso se va extendiendo a otras ciudades de Estados Unidos, en el marco de un movimiento que parece cercano a la revuelta de los indignados en España u otros países de Europa.
Las movilizaciones contra el sistema financiero, la codicia y los recortes en el presupuesto federal estadounidense van surgiendo en Boston, Chicago, Los Angeles y muy pronto en Washington. En Los Angeles, unas 300 personas acampaban ayer frente a la Corte Superior, en el centro de la ciudad, en apoyo a la ocupación de Wall Street. En Boston, unas 3.000 personas marcharon el sábado para protestar contra la avaricia de las corporaciones y para que los bancos detengan las ejecuciones hipotecarias, en una movilización que se saldó con 24 detenidos.










