

En la última década el comercio a través de la web creció exponencialmente en la Argentina y en paralelo aumentan los delitos informativos en la que las víctimas son tanto las empresas como los usuarios que realizan compras en sitios de internet.
Según un reciente informe de Pricewaterhouse (PWC) al que tuvo acceso Cronista.com, estima que este año este tipo de delitos crecerá el 30% respecto de 2013. Estas cifras son alarmantes si se tiene en cuenta que sólo el 17% de las empresas toma las acciones adecuadas para prevenir este tipo de incidentes.
El fraude cibernético actualmente representa el 33% de las actividades reportadas por estos medios en el país. En los últimos años mantiene una tendencia ascendente y en comparación con 2011 acumula un crecimiento del 52%, estiman desde Velours, empresa especializada en seguridad informática.
Las formas más comunes del cibercrimen son los robos de información y ataques cibernéticos. Al igual que la mayoría de los fraudes, éstos suelen ser un trabajo interno. "La mayoría de los encuestados en la Argentina atribuye los incidentes de seguridad a los accesos a la información privilegiada por parte de empleados actuales (31%) o de ex empleados (27%)", señala el informe de PWC.
Los delitos financieros se caracterizan por su alto impacto, rápido desarrollo y difícil detección. El fraude es el delito financiero con mayor impacto negativo sobre el sistema económico mundial, regional y nacional. Durante el último año se produjo un aumento del 15% en el fraude a nivel mundial, representando una pérdida de 3,5 billones de dólares al sector privado.
El fraude cibernético, en particular, recauda 430 millones de dólares anuales en América Latina y el Caribe. Sobre esta cifra, 50 millones de dólares (11,6%) son pérdidas de industrias de servicios financieros de la región. En Argentina el fraude aumentó casi un 50% desde el 2007 y es uno de los diez países que mayor cantidad de fraudes reportó en los últimos 24 meses.
De acuerdo con un informe realizado por Velours, se observa un aumento en las actividades fraudulentas a lo largo de los últimos años debido, principalmente, a conflictos de interés, soborno y malversación de fondos. Incluso se prevé que para 2015 haya un aumento debido al deterioro en las condiciones macroeconómicas del país.
Ante esta situación y para evitar grandes pérdidas económicas, “se recomienda la prevención con la implementación del código de ética; evaluación de antecedentes de los empleados y entrenamiento a los empleados en materia de ética y fraude”, indicó Carlos Lopez, director de Velours en diálogo con Cronista.com. En este sentido agregó que “las medidas de prevención en relación a los incidentes informáticos requieren de un enfoque integrado .No solo se debe identificar la información crítica y sensible para su protección, sino y por sobre todo, fomentar una cultura de confianza y responsabilidad dentro de las mismas compañías”.
Por lo general quienes ejecutan este tipo de delitos, tienen patrones comunes como la de ser empleados que poseen privilegios de acceso a información sensible; suelen ser universitarios, de 31 a 50 años, y por lo general poseen también una antigüedad dentro de la organización mayor a diez años.













