

Aunque inicialmente las declaraciones de la presidenta de la Reserva Federal ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes animaron hace unos días a Wall Street, los inversores aún cuestionan si la tendencia alcista del mercado está llegando a su fin. Con la economía cobrando fuerza – a pesar de la debilidad de los datos de empleo –, las tasas de interés apuntando al alza, por mucho que la señora Yellen indique que seguirán en el 0% incluso después de que el desempleo baje del 6,5%, y las valoraciones bursátiles todavía altas, aun con los recientes ajustes, es lógico que los inversores se cuestionen si las acciones son la mejor opción de inversión.
El hecho de que la Reserva Federal haya clarificado que el ajuste monetario estará sujeto a una recuperación económica bien arraigada (de pleno crecimiento), y la expectativa de que los beneficios empresariales mejorarán en el segundo semestre, son factores favorables para la renta variable. En este contexto, cabría esperar que las acciones recobrasen el liderazgo sobre los bonos y las materias primas, incluso teniendo en cuenta las elevadas valoraciones actuales.
Aunque esta semana bursátil es excepcionalmente corta en Estados Unidos, con los mercados cerrados el lunes por la celebración del Día de los Presidentes, la búsqueda de beneficios continuará a través del análisis de los balances financieros trimestrales de importantes multinacionales como el fabricante de refrescos Coca-Cola, la mayor cadena de distribución del mundo Wal-Mart o el fabricante de ordenadores Hewlett-Packard, entre otras.
La Reserva Federal volverá a ocupar el centro de la agenda económica con la publicación de las Actas de la última reunión del Comité de Mercados Abiertos, aunque se disputará el protagonismo con las referencias inflacionarias.
Respecto a la inflación, los precios al productor y al consumidor con incrementos previstos de 0,1% en enero, respectivamente, seguirían creando el marco necesario para que la FED no sienta prisa por retirar su política monetaria ultra expansiva, e incluso reconsidere el repliegue del tapering si percibe un cambio negativo notable en las perspectivas de crecimiento.
En el mercado inmobiliario marcarán la pauta en los próximos días el inicio de construcción de viviendas para el que se espera un descenso de 5,7% hasta 943.000 casas en enero, junto con una caída de 1,8% en los permisos de nuevas obras, el baremo utilizado para medir la futura demanda. De interés también son las ventas de casas existentes, que posiblemente estrenen el año con un descenso de 2,5%, y el sentimiento de los constructores, sondeo elaborado por la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas (NAHB), anticipado en febrero en 57 enteros, un punto de mejora respecto al mes anterior.
El índice Empire de Nueva York, el PMI Flash de manufacturas y el índice de la Fed de Filadelfia tomarán la temperatura al sector fabril, el cual estaría dando señales de tibieza. De acuerdo con el consenso del mercado, el Empire Index se ubicará en 9,5 puntos en febrero, tres décimas menos que el mes previo; sin embargo, la actividad económica en Filadelfia remontará a 10 puntos desde 9,4 enteros a principios de año.













