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De cara al 2026, el exministro de Economía de Carlos Menem, Domingo Cavallo, publicó su último informe del año, en el cual propuso una serie de reformas y cambios que el gobierno de Javier Milei debería implementar para lograr un “crecimiento vigoroso y sostenible de la economía argentina”.
Es que, aunque el economista cree que hay argumentos “para sostener que el 2026 será un año de crecimiento económico”, insta al Gobierno a “no dormirse en los laureles”.
Milei y compañía parecen estar de acuerdo con esta exigencia dado que, tras la victoria oficialista en los comicios de octubre que le otorgó al Gobierno un Congreso mucho más favorable, el oficialismo acelera para implementar reformas estructurales en la Argentina.
En particular, tras la aprobación clave del primer Presupuesto de esta gestión, desde Rosada apuestan a una modernización laboral; que también se trataría en sesiones extraordinarias, una reforma tributaria y, eventualmente, cambios previsionales.
Sin embargo, en busca de lograr el repunte de la economía -un pendiente de Milei aún, con un año con una recuperación modesta y desigual contra el 2024- Cavallo propone una reforma clave más: la cambiaria.
Esta formaría parte de un plan más extenso que el exministro de Economía presentó paso por paso en su último blog del año: la propuesta de Cavallo a Milei para “un crecimiento vigoroso y sostenible de la economía argentina”.

La propuesta de Cavallo a Milei para que la economía crezca de forma “vigorosa y sostenible”
En primer lugar, Cavallo destacó la sanción del Presupuesto 2026, ya que “va a permitir la consolidación del gran logro de los dos años precedentes: el fuerte ajuste del gasto público y la eliminación del déficit fiscal”.
Además, el economista cree que la ejecución del Presupuesto se verá facilitada si se acompaña con “la aceleración de reprivatizaciones de empresas estatizadas después de la convertibilidad, usando esos recursos para aumentar la inversión en infraestructura pública deteriorada”, el primer punto clave.
Siguiente en su análisis, el exfuncionario identifica en el dólar un desafío clave para el gobierno de Javier Milei en 2026, con la necesidad de ordenar el mercado cambiario para consolidar un crecimiento económico “vigoroso y sostenible”.
El economista advierte que, actualmente, el Gobierno está en un “callejón” por haber utilizado al dólar como un ancla nominal con controles de cambio, lo que produjo un atraso cambiario.
Sin embargo, este cree que ese callejón “tiene salida”: eliminar pronto las restricciones cambiarias aún vigentes y hacer funcionar el sistema monetario, cambiario y financiero bajo un esquema más flexible.
Por ello, la columna vertebral del plan de Cavallo implica la implementación de un nuevo régimen monetario y cambiario “como el que funciona muy bien en Perú”, una propuesta que el exministro viene planteando desde 2002, cuando se abandonó la convertibilidad.
En particular, este implicaría “la completa liberalización cambiaria y financiera”. Es que, sin este elemento, Cavallo cree que “va a ser muy difícil que las expectativas de los inversores privados en el sector real de la economía ayuden tanto a la estabilidad macroeconómica como al crecimiento vigoroso”.

Para el exfuncionario, la liberación total de la mano del Estado sobre el esquema del dólar es clave “para que el mercado cambiario y la expansión del crédito al sector privado se liberen de trabas burocráticas y manejos impredecibles”.
La propuesta surge a días de que el Banco Central informara una modificación del actual esquema cambiario de bandas: a partir del 1° de enero de 2026, los topes entre los que se mueve el dólar comenzarán a ajustarse al ritmo del último dato disponible de inflación, a diferencia del crawling peg al 1% que morirá este mismo miércoles.
En este contexto, “el Banco Central debería acumular reservas propias a un ritmo rápido” y el riesgo país debería caer a no más de 300 puntos básicos, un indicador que -según Cavallo- será clave para el repunte económico.
“Si no baja la tasa de riesgo país siempre estará como espada de Damocles un posible salto devaluatorio o la necesidad de frenarlo mediante muy altas tasas de interés”, argumenta en esta línea.
En contraste, una reducción del riesgo país permitiría que las tasas de interés reales, tanto en pesos como en dólares, se ubiquen “en niveles reales no más altos que la tasa de crecimiento potencial de la economía”.
Modernización laboral y apertura económica: el futuro que propone Cavallo
Luego de una reforma cambiaria, Domingo Cavallo apuesta la sanción de la ley de modernización laboral, la cual el Gobierno espera tratar en verano en sesiones extraordinarias del Congreso.
En particular, el exministro valora especialmente el proyecto ya presentado por el Gobierno a los legisladores por los incentivos fiscales que incluye para alentar la inversión en empresas medianas y pequeñas, con beneficios similares al RIGI, pero a menor escala.
Tras esto, Cavallo cree que la apertura de la economía es clave, junto a modificaciones para eliminar el sesgo antiexportador.

Sin embargo, señala que estas deben posponerse “hasta que la modificación del régimen monetario, cambiario y financiero haya permitido que el tipo de cambio real se ubique en un nivel de equilibrio sin restricciones al movimiento de capitales”.
En esta cuarta etapa, “será fundamental que se eliminen los impuestos indirectos que encarecen los costos de producción de los bienes transables internacionalmente o al menos, se compensen con reembolsos y reintegros a las exportaciones hasta que esos impuestos sean eliminados", agregó el exfuncionario.
De mantenerse este orden, Cavallo asegura que se producirá “la reactivación del mercado interno”.
Sin embargo, esta dependerá de que las tasas reales de interés se mantengan por debajo del crecimiento potencial de la economía, mientras que “la expansión del crédito interno al sector privado facilite la inversión familiar y empresaria”.
Finalmente, un punto destacado es su propuesta de un plan de inversiones en infraestructura que combine privatizaciones con nuevas concesiones de obras y servicios públicos financiadas con peajes y los ingresos de las privatizaciones.
Este plan, señala, puede servir como instrumento de negociación con las provincias, que son las más afectadas por el deterioro de la infraestructura vial, ferroviaria, fluvial y marítima.
El debate sobre el callejón sin salida del dólar y la inflación
Sobre el final de su publicación, Cavallo se refirió a un análisis previo realizado por el economista y excolaborador de Milei, Diego Giacomini, quien sostuvo que el uso del tipo de cambio como ancla nominal con controles de cambio produjo un atraso cambiario.
Aunque el exministro comparte la preocupación de su colega, rechaza el pesimismo de que se trate de “un callejón sin salida”.
En su lugar, Cavallo cree que si las restricciones cambiarias se eliminan pronto y se hace funcionar al sistema monetario, cambiario y financiero como lo sugiere, “el único efecto estanflacionario que puede provocar será temporario y desaparecerá tan pronto el tipo de cambio nominal se ubique a un nivel de equilibrio del tipo de cambio real”.
La conclusión de Cavallo es clara: “Cuanto antes el gobierno decida salir del callejón mejores serán las perspectivas políticas para el gobierno de Milei”.
Así, su recomendación es que el corto efecto estanflacionario de la relajación total de los controles cambiarios esté lo más alejado posible de las elecciones de 2027, para que el plan de estabilización y crecimiento haya dado frutos cuya sostenibilidad no genere dudas.


















