La frustración sobre los escasos avances hacia un alivio de la crisis de deuda en Europa y débiles datos de manufacturas en China presionaron hoy a las acciones estadounidenses a la baja, por sexta jornada consecutiva.

El promedio industrial Dow Jones cayó 236,09 puntos, o un 2,05%, para terminar extraoficialmente en 11.257,63. El índice S&P 500 bajó 26,24 puntos, o un 2,21%, a 1.161,80, mientras que el Nasdaq Composite perdió 61,2 puntos, o un 2,43%, a 2.460,08.

En ese contexto, el S&P 500 cerró en baja por sexta jornada consecutiva, completando su racha de bajas más extensa del los últimos meses.

La disminución en los índices reflejan la contracción en el sector industrial de China, que se redujo a su mayor nivel en 32 meses, según se detalló en un informe privado. El declive en el índice chino de gerentes de compras (PMI, por su sigla en inglés) anticipado que elabora HSBC a 48 en noviembre desde 51 en octubre enfatiza la creciente alarma de Pekín sobre la salud de la economía global.

En tanto, una de las peores colocaciones de bonos alemanes desde el lanzamiento del euro provocó temores hoy de que la crisis de deuda empiece a amenazar a Berlín, con el Bundesbank obligado a comprar grandes cantidades de Bunds para asegurar que la subasta no naufragara.

Además, durante la jornada se conoció que la cifra semanal de solicitudes de subsidio por desempleo en Estados Unidos subió en 2.000 y se ubicó en 393.000 la semana pasada, cuando los analistas habían previsto que quedarían en las 390.000.