El mercado pareció haber tenido las mejores encuestas antes de las elecciones en la provincia de Buenos Aires. Mientras la mayoría de los sondeos daba una suerte de empate técnico, el dólar durante la semana pasada no dejó de estar bajo presión, con ventas récord de parte del Tesoro, que algunos analistas estiman en u$s 500 millones, para evitar que pase el número maldito de los $ 1400. "La cobertura con el tipo de cambio fue muy fuerte antes de los comicios, por eso no reaccionó tanto como se hubiese pensado ante tan mala elección para el oficialismo. Incluso, muchos pudieron aprovechar para vender cuando veían que el tipo de cambio se acercaba hacia la zona del techo de la banda", revela Fabio Saraniti, CEO de Win Securities. A su juicio, es evidente que, de alguna manera, el trabajo monetario y fiscal sirvió. Recuerda que a Mauricio Macri se lo llevó puesto el mercado después de un resultado similar, aunque es cierto que la elección era más complicada, ya que era para presidente. "No hubo llamados del gobierno, pero hay clima pesado. Incertidumbre de, si esta elección se replica a nivel nacional, el riesgo de caer en populismo nuevamente. Por eso tenés estos niveles de precio", revela el gerente general de uno de los bancos líderes. No se vio intervención del Gobierno en el spot, aunque sí vendiendo futuros. Difícil calcular cuánto, pero lo estiman en u$s 500 millones. "El dólar quedó vendedor. Parece que se va a quedar acá o algo más abajo, porque el Ministerio de Economía no va a dejar que se acerque siquiera al techo de la banda, al menos hasta la elección de octubre", revela el banquero. Fernando Marengo, economista jefe de Black Toro Global Investments, observa que, ante un resultado electoral inesperado por el mercado, al igual que cuando hay incertidumbre, o mayor percepción del riesgo, el argentino dolariza: vende activos locales y compra divisas. "La venta de activos genera baja de precios de acciones y bonos, y suba de tasas. La compra de dólares genera presión sobre el tipo de cambio. Desde lo económico, el gobierno debiera lograr anclar las expectativas de tipo de cambio, de manera que la tasa de interés implícita en dólares por colocaciones en pesos sea positiva, de manera que haya apetito por activos locales". "Si no se logra anclar la expectativa cambiaria en una economía bimonetaria, continúa la demanda de dólares. De todas formas, juega a favor los bajos niveles de monetización locales, a la vez que el Banco Central tiene dólares líquidos para defender la cotización del peso. Pero juega en contra el aumento de la percepción de riesgo", sintetiza Marengo. Nicolás Cappella, de la mesa de IEB, apunta que el mercado tuvo que resetear las expectativas de una posible victoria peronista en 2027, que antes parecía mucho mas lejana.