El gran ganador de la cobertura cambiaria previa a las elecciones fue sin lugar a dudas el Gobierno, que desde entonces desarmó unos u$s 4000 millones. Con el vencimiento del contrato octubre, el interés abierto total de futuros en A3 quedó en u$s 7469 millones y el interés abierto del Central cayó a la zona de u$s 6100 millones, entre el vencimiento de la Lelink D31O5 (u$s 2829 millones valor nominal) y la caída del interés abierto de futuros, que es una suerte de proxy del short del Central, de acuerdo a las estimaciones realizadas por la consultora 1816. Revelan que la demanda de cobertura cambiaria cayó fuerte después del 26 de octubre, algo que quedó en evidencia con la licitación de Lelink desierta, aunque no desapareció del todo, considerando que el dólar mayorista cerró la semana apenas 3,4% por debajo del techo de la banda. En este contexto, el Central pudo dar un rolleo mucho menor del contrato octubre y el interés abierto total de futuros cayó a mínimos desde el 5 de septiembre. El prácticamente no roll, en conjunto con la demanda nula de letras dólar linked de noviembre y enero ofrecidas en la última subasta del Tesoro, provocó un fuerte recorte de la cobertura del sector privado, consignan desde PPI. En total, estiman una caída de u$s 4300 millones en la semana posterior a las elecciones de medio término, pasando de u$s 15.300 millones a u$s 11.000 millones. En detalle, u$s 2800 millones se explican por el vencimiento de la D31O5 dólar linked y el resto, por el vencimiento de futuros de dólar. En la última licitación, efectuada el pasado miércoles 29, el Tesoro afrontaba vencimientos por algo más de $ 12 billones y los tenedores ofertaron algo menos de $ 8 billones por lo que la tasa de refinanciamiento fue del 57,2% y por lo tanto se inyectaron a la economía unos $ 5,1 billones. Equivale a cerca del 13% del actual nivel de la base monetaria de $ 40,1 billones, según precisa Ramiro Tosi, director de la consultora Suramericana Visión, que lidera el ex ministro de Economía, Martín Guzmán. El plazo promedio de los instrumentos colocados subió a 139 días por la inclusión de la Lecap al 30 de octubre del 2026 y el nuevo Boncap al 30 de abril de 2027, que sumaron ofertas por cerca de $1 billón, equivalente al 15% del total colocado. Tosi señala que, desde marzo de este año, el plazo de colocación de los instrumentos ha fluctuado entre los 80 y 120 días. Por ende, espera que a partir de la estabilización de la tasa de interés de corto plazo cerca del 2% mensual, el Tesoro trate de comenzar a alargar sus plazos de colocación. "Debería tratar de por lo menos duplicar los plazos a través de instrumentos a tasa fija y ajustables por inflación, dada la pérdida de interés de los títulos dólar linked, que en la última licitación se ofertaron apenas u$s 64 millones y el Tesoro declaró desierta ambas letras, que tenían fecha de vencimiento el 28 de noviembre de este año y el 30 de enero del año que viene", precisa Tosi. Por ahora, parece haber espacio para que el esquema cambiario continúe, ya que la cuenta financiera comienza a mostrar señales de apertura. La emisión de deuda de Tecpetrol e YPF refuerza esta dinámica: si bien parte de los flujos se destinaría a refinanciar deuda, buena parte a financiar inversiones de capital. "Un factor clave para el sostenimiento del esquema será el espacio que permita a la compra de reservas del sector público. El Tesoro deberá decidir comprar en el MLC (presionando el precio al alza) o comprar al BCRA". "El equipo económico optará por lo segundo, para no contaminar el precio del tipo de cambio entre privados en esta segunda semana post elección", concluyen en PPI.