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El aval del Fondo Monetario Internacional (FMI) a la primera revisión del programa argentino marcó un punto de inflexión en la lectura de los principales bancos de inversión global. Tanto Morgan Stanley como JP Morgan coincidieron en destacar la solidez del enfoque fiscal y monetario del equipo económico, aunque pusieron el foco en el talón de Aquiles del programa que aún persiste: la acumulación de reservas.
Desde Morgan Stanley, el análisis subraya que el FMI no solo aprobó la revisión, sino que también redujo las metas de acumulación de dólares para los próximos tramos del acuerdo, lo que le brinda mayor flexibilidad al Gobierno.
"El FMI consideró que el programa comenzó con fuerza, destacó una política monetaria suficientemente restrictiva, y validó el reingreso al mercado internacional con la colocación de los Bonte", apuntaron. Según estimaciones del organismo, con el desembolso de u$s 2000 millones aprobado, las reservas brutas del Banco Central (BCRA) deberían elevarse a cerca de u$s 43.000 millones.
Sin embargo, el documento también aclara que la acumulación de dólares es un pilar central del programa y que, a pesar del recorte en las metas intermedias, el objetivo final fijado por el Fondo para 2027 se mantiene inalterado.

En ese contexto, el FMI recomendó que el BCRA adopte un esquema previsible de compras de divisas dentro de la banda cambiaria, que emula la experiencia de bancos centrales como los de Chile, Colombia y México. "Esta señal apunta a institucionalizar la reconstrucción del balance del BCRA, en un momento donde el respaldo político y técnico se mantiene firme", analiza el Banco.
Por su parte, JP Morgan advirtió que la volatilidad en los mercados locales se intensificó ante la transición hacia el nuevo marco monetario y la aceleración en la depreciación del peso.
"Mientras Argentina mantenga el compromiso con el equilibrio fiscal, contará con un amplio respaldo. Sin embargo, el FMI señala que la acumulación de reservas representa una condición clave del programa. Por lo tanto, parece haber consenso entre el organismo y el Gobierno argentino en la necesidad de fortalecer este frente. Valoramos este punto, ya que una acumulación más robusta de reservas podría reducir el riesgo país y abrir la puerta a un círculo virtuoso que facilite, al menos en parte, la renovación de los vencimientos futuros", concluye.
La mirada de otro coloso de Wall Street
Por su parte, JP Morgan advirtió que la volatilidad en los mercados locales se intensificó ante la transición hacia el nuevo marco monetario y la aceleración en la depreciación del peso.
A pesar de que el traslado a precios sigue contenido, el banco alertó que el tipo de cambio oficial se depreció un 14% en lo que va del mes, presionado por la baja estacionalidad en el ingreso de dólares y la incertidumbre electoral.
"El desempeño del peso refleja no solo factores estacionales, sino también un entorno político volátil y el retraso en la entrada de capitales privados", destacaron.
En su análisis de la balanza de pagos, JP Morgan destacó el superávit de u$s 2000 millones en la cuenta corriente en junio -el primero en doce meses- impulsado por un fuerte incremento en las exportaciones agroindustriales y energéticas antes del alza de retenciones, junto con una marcada desaceleración de las importaciones. No obstante, las compras de activos externos por parte del sector privado "son significativas, y alcanzan un ritmo anualizado del 5,4% del PBI".

"Las reservas líquidas del BCRA se han mantenido estables, pero el nivel de reservas netas sigue en terreno negativo, en -u$s 6900 millones a fines de julio. Esto muestra que aún hay desafíos estructurales para consolidar un colchón de divisas sostenido", concluyó el banco.
De cara al segundo semestre, "proyectamos una mejora en la cuenta corriente y nuevas entradas financieras que impulsarían un aumento de u$s 5000 millones en las reservas líquidas brutas hacia fin de año. Estimamos además que las compras de activos externos por parte del sector privado alcanzarían u$s 15.700 millones, en línea con los niveles observados en el segundo semestre de 2017 durante otro ciclo electoral legislativo", concluye el JP Morgan.
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