El Gobierno anunció un cambio en la política monetaria que se aplicará a partir de enero del año que viene. Resolvió que el techo y el piso de las bandas cambiarias comenzarán a actualizarse en línea con el dato de inflación que publica el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y anticipó el inicio de un camino de remonetización de la economía que dará lugar a un proceso de acumulación de reservas. Y el mercado analiza las razones que gatillaron estos cambios por parte del Banco Central (BCRA).
El economista Martín Sarano, de la Fundación Internacional Bases explicó a El Cronista que “el cambio en el mecanismo de ajuste de las bandas es consistente con el anuncio del plan de compras de reservas”. Detalló que el BCRA comprometió a comprar (y acumular) aproximadamente u$s 10.000 millones en 2026, lo que se traduce en unos u$s 40-45 millones por rueda.
“La aparición del BCRA como un comprador neto en el mercado cambiario, pone presión, inevitablemente, sobre la cotización del dólar. De ahí que el BCRA plantea un cambio en el ritmo de ajuste de la banda superior” aseguró.
Las razones detrás de las medidas
Lo cierto es que el Gobierno tiene sus razones para hacer esta movida que durante meses se resistió a hacer y tienen que ver con una necesidad de ajuste forzado del plan monetario y financiero. “Los cambios en la política monetaria respondieron a que el esquema anterior llegó a un límite”, detalló a Leo Anzalone, director de CEPEC.
Especificó que “el mercado, los inversores privados y los propios organismos internacionales empezaron a exigir con más fuerza una acumulación de reservas y el diseño previo —con fuerte ancla cambiaria— nunca permitió cumplir ese objetivo sin generar distorsiones crecientes”.
En ese contexto, el Banco Central se vio obligado a reacomodar instrumentos para recuperar margen de maniobra y, por lo que, según Anzalone, “el ajuste de la política monetaria no es una decisión voluntaria, sino una respuesta a un esquema que se agotó y a presiones que ya no podían ser ignoradas”.
Una variable clave que juega en el mercado es la inflación, que el Gobierno había prometido que estaría en torno al 1% y se recalentó en los últimos meses, en los que superó el 2%, lo que alejó el objetivo del oficialismo y le puso presión a las bandas.
En ese sentido, Pedro Martínez Gerber, economista de PxQ, señaló que el trasfondo que dio origen a estos cambios tiene dos componentes clave: el precio del dólar y una demanda del mercado.
“Por un lado, el anuncio del cambio en el factor de actualización de las bandas es una forma de evitar que el tipo de cambio real se siga apreciando. El riesgo de esta medida es que se debilite el proceso de desaceleración de la inflación”, señaló.
En tanto, el anuncio relacionado con la intención del BCRA de acumular reservas “tiene que ver con un pedido que le venía haciendo el mercado al Gobierno”. “Es un reconocimiento de que, para que baje el riesgo país y sea posible refinanciar vencimientos de deuda en moneda extranjera, es necesario mostrar un proceso de acumulación de reservas”, indicó Martínez Gerber.
Lo que viene
Para Sarano, más allá de la señal al mercado sobre el rumbo de las reservas, “se debería empezar a ver una mayor compresión de tasas de interés” y advierte que, dado que el BCRA va a inyectar pesos en la plaza sin esterilizar, se podría ralentizar el proceso de desinflación, aunque no considera que sea preocupante.
“De cualquier manera, no hay que dramatizar. El mercado está proyectando una inflación de 18-20% para 2026. La banda superior, a ese ritmo, debería estar alrededor de $ 1830 hacia Diciembre 2026”, señaló.
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