Bitcoin entró en una zona de vulnerabilidad que el mercado no veía desde la crisis de liquidez de 2022. La caída por debajo de los seis dígitos quebró niveles técnicos y on-chain que habían sostenido el rally de este año, y encendió todas las alarmas: el precio llegó a tocar los u$s 82.000, lo que configura un retroceso del 35% desde el máximo histórico de octubre, y sin señales claras de haber encontrado un piso.
Por estas horas, la mayor criptomoneda por capitalización de mercado cotiza sobre los u$s 83.540.
La dinámica ya no es la de una simple toma de ganancias después de un rally meteórico. Es una corrección estructural, con rasgos de capitulación parcial, debilitamiento institucional y un mercado derivado excesivamente apalancado que amplifica cada movimiento.
En su informe semanal, Buenbit sostiene que la caída de BTC por debajo de los u$s 90.000 marcó un punto de inflexión en un ciclo que, en apenas semanas “borró más de un billón de dólares en valor de mercado”. Y el exchange agrega que “lo que llama la atención no es la magnitud de la corrección, sino su velocidad”.
Institucionales en retirada
El golpe más visible proviene del frente institucional. Los ETF spot de Bitcoin registraron u$s 1450 millones en salidas esta semana y completaron 28 días consecutivos en rojo. Solo el jueves se drenaron u$s 903 millones, la segunda mayor salida diaria desde el lanzamiento de los productos.
El dato clave: el precio promedio de entrada de los ETF —u$s 89.651— fue perforado esta semana. En el primer trimestre de 2025, esa zona funcionó como piso del mercado. Hoy actúa como resistencia. Y mientras el flujo sea negativo, la presión vendedora se mantiene.

Buenbit también ratificó el drenaje por parte de los institucionales. Aseguró que el mercado de ETFs, que había actuado como motor del rally, cambió de dirección. “Las entradas se desaceleraron primero y se tornaron negativas después, con un patrón que coincide con lo observado en otros ciclos: cuando el tramo institucional retrae liquidez, el mercado pierde el sostén más estable y de mayor volumen”.
El documento agregó que esto también sucede en las opciones: “Las apuestas alcistas agresivas que dominaron gran parte del año fueron reemplazadas por posiciones claramente protectoras, con predominio de puts en strikes de entre u$s 80.000 y u$s 84.000. Los traders más sofisticados están posicionándose para volatilidad a la baja, un comportamiento típico de fases previas a correcciones más profundas o prolongadas”, concluyó el exchange.

Vale aclarar que esto no invalida el ciclo de adopción institucional, pero sí marca un punto de inflexión, pues la demanda marginal se quedó sin combustible justo cuando el mercado más la necesitaba.
El índice de Miedo y Codicia, en mínimos
El Índice de Miedo y Codicia de Bitcoin se hunde en territorio de miedo extremo tras caer hasta los 11 puntos, uno de los niveles más bajos del año. El mercado cripto atraviesa una fase de pánico evidente: las ventas forzadas y la aversión al riesgo dominan la escena.
Este desplome del sentimiento también expone un cambio profundo en la dinámica reciente del mercado. Mientras en los máximos de 2024–2025 dominaba la codicia y la narrativa de crecimiento explosivo, hoy prevalece la lectura de fragilidad.
Hay poca demanda para comprar la caída y el flujo está marcado por la salida de operadores minoristas y la liquidación de posiciones sobredimensionadas. Pese a la severidad del indicador, estos niveles suelen coincidir con zonas de sobreventa emocional y episodios de rebote técnico.

Carolina Gama, Country Manager de Bitget Argentina señaló que en el corto plazo, Bitcoin permanece en una zona de definición. “Hoy el mercado se mueve con cautela, aunque sin perder del todo la expectativa. La reciente volatilidad responde a una menor profundidad por parte de los market makers, a una restricción más marcada de la liquidez en EE.UU. y a cambios en los flujos de capital”, señaló la experta.
En el plano macro, aseguró Gama, la dinámica de Bitcoin está ligada a la liquidez estadounidense. “Con la Reserva Federal (Fed) en pleno ajuste cuantitativo, las tasas de los Treasury todavía altas y las expectativas de recortes prácticamente desarmadas, el apetito por riesgo permanece contenido”, explicó la experta.
Hacia adelante estos son los niveles que importan al mercado:
- u$s 86.000–u$s 84.000: zona proyectada por una corrección equivalente a las de 2024 y Q1 2025.
- u$s 89.651: costo base promedio de los ETF; hoy funciona como resistencia.
- u$s 95.000–u$s 97.000: primera zona que BTC debe recuperar para volver a un estado “neutral”.
- u$s 74.433: costo base de MicroStrategy. No implica ventas forzadas, pero es un objetivo psicológico fuerte si el mercado se sigue debilitando.
De la cumbre, al piso
El ciclo no está muerto y la estructura de largo plazo no se rompió, pero el mercado entró en una fase donde el tiempo empieza a importar tanto como el precio. El rally del primer semestre se construyó sobre un exceso de posicionamiento y una demanda institucional que hoy no está presente. Hasta que esos pilares vuelvan a alinearse, Bitcoin se mueve en modo defensa.
Al respecto, el informe de Buenbit aseguró que, el ecosistema cripto no está en un colapso, sino un “reacomodamiento”. Explicó que la corrección actual no invalida el avance estructural del año.
“Los ETF ampliaron la base de inversores, las stablecoins reguladas crecieron con fuerza tras la Genius Act, la infraestructura institucional sigue expandiéndose y los flujos hacia productos alternativos confirman que el interés permanece, aunque más disperso. Lo que se está viendo es una depuración del rally: un regreso a niveles donde puede entrar nuevo capital sin enfrentar valuaciones tensas”, concluyó el exchange.
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