Las acciones en Wall Street suelen tener una dinámica mas bien débil en agosto y septiembre. La historia marca que el bimestre que acaba de comenzar tiende a ser difícil para los papeles en EEUU. Los bancos de inversión proyectan mayores ganancias para el S&P500 mientras las valuaciones se mantienen elevadas. Qué recomiendan los analistas. Los meses de agosto y septiembre suelen ser los de peor performance a nivel histórico en Wall Street. Según datos de la consultora internacional, Carson, el retorno en el S&P500 en agosto suele ser nulo desde 1950 a la fecha, así como también en los últimos 20 años. Sin embargo, en el primer año de mandato presidencial, las acciones tienden a operar en rojo, con pérdidas del 1% en promedio, la peor dinámica de las acciones del año, junto con febrero. A su vez, si se observa las acciones durante septiembre, el mercado suele evidenciar caídas de 0,5% en los últimos 20 años, así como también desde 1950. En los últimos 10 años, durante septiembre el mercado suele perder un 2%, siendo el peor mes del año en la última década, a la vez que, en los primeros años de mandato presidencial, las acciones también suelen operar a la baja en septiembre, con mermas de 0,5%. Todo esto indica que la historia marca que estos meses tienden a ser negativos para las acciones. Sin embargo, el S&P 500 ha repuntado un 28,2% desde su mínimo del 8 de abril. El rally sorprendió al mercado y distintos bancos de inversión han elevado sus proyecciones para el mercado americano este año. El bimestre desafiante que suele ser agosto y septiembre encuentra al mercado en máximos históricos. Y de hecho, los principales bancos de inversión elevan sus proyecciones para el S&P500. BofA Global Research y Goldman Sachs elevaron sus objetivos de fin de año para el índice S&P500. BofA elevó el objetivo del índice de referencia de 5600 a 6300, mientras que Goldman elevó su objetivo de 6100 a 6600, lo que implica un potencial de subida del 1% y de alrededor del 6%, respectivamente. Esta es la segunda revisión al alza de Goldman en dos meses, tras un aumento previo a principios de mayo. A principios de este año, las principales casas de bolsa, incluyendo BofA, habían reducido sus objetivos por debajo de 6000 después de que los aranceles del "Día de la Liberación" del presidente estadounidense Donald Trump en abril generaran temores de una recesión en Estados Unidos y aumentaran las tensiones comerciales globales, lo que provocó una ola de ventas en las acciones. Sin embargo, las reducciones en algunos aranceles han aliviado las preocupaciones de los inversores, disminuido los riesgos de recesión e impulsado las acciones a máximos históricos la semana pasada. "Una perspectiva resiliente para el crecimiento de las ganancias en 2026, la reanudación de los recortes de tasas de la Fed y un posicionamiento neutral de los inversores abogan por un mayor potencial alcista del mercado a medida que se amplía el reciente y estrecho repunte", declaró Goldman en una nota. El mes pasado, Barclays, Citigroup y Deutsche Bank tambein elevaron sus objetivos para el S&P 500. Los recientes datos económicos más débiles de EE. UU. también han impulsado las expectativas de nuevos recortes de tasas de interés por parte de la Reserva Federal, lo que podría impulsar las acciones. Goldman Sachs también elevó su objetivo para los próximos tres y doce meses del índice a 6400 y 6900, desde su pronóstico anterior de 5900 y 6500, respectivamente. Oppenheimer Asset Management elevó el lunes su objetivo de cierre de año para el índice S&P 500 (.SPX), abre una nueva pestaña, a 7.100 puntos, el más alto entre las principales casas de bolsa de Wall Street, apostando por una relajación de las tensiones comerciales y sólidos beneficios corporativos. Su objetivo actual implica un alza del 11,13% respecto al último cierre del índice de referencia, de 6.388,64 puntos. Oppenheimer había establecido previamente un objetivo de 5.950 puntos para el índice. "Con el anuncio de los acuerdos comerciales (con Japón y la UE) por parte del presidente Trump... creemos que se han superado suficientes 'obstáculos arancelarios' por ahora", declararon en una nota los estrategas de Oppenheimer, liderados por John Stoltzfus. El S&P500 opera en máximos históricos y el mercado americano se ha recuperado de la debilidad evidenciada los primeros meses del año, cuando se vieron perdidas en Wall Street de más del 25%. En el año, el S&P500 sube 7,8%, mientras que el Dow Jones avanza 3,7%. Por su parte, el Nasdaq registra ganancias en el año del 12,95%, por lo que también opera en máximos históricos. El sector que más sube este año es el de mineras de oro, con una suba del 53%, seguida por el de tecnología a largo plazo (ARKK) y el industria, que ganan 32,7% y 15,3% respectivamente. Otros sectores como el de servicios, el tecnológico, ocio y entrenamiento, el financiero, materiales, real estate y energético, evidencian ganancias de entre 1,8% y hasta 13% en 2025. Pablo Lazzati, CEO de Insider Finance, indicó que su posición respecto al mercado americano es de "wait & see". "Las acciones en Wall Street ya están tocando máximos y es preferible aguardar mejores oportunidades de entrada. Además, vemos un impacto de la guerra arancelaria sobre las compañías americanas. Nuestros analistas sostienen que todavía no se vio 100% reflejado cuál será el resultado de este conflicto internacional en el mercado", advirtió. Sobre el futuro de las acciones, Dante Ruggieri, socio de AT Inversiones, agregó que, dentro de las acciones que ve con potencial para comprar de manera discrecional se encuentran Tesla (TSLA) e Intel (INTC). "Ambas vienen retrasadas con respecto al mercado. Por el lado de Tesla, la diversificación que está llevando adelante la compañía, sumado a los últimos informes en donde el JP Morgan comenta que para 2030 el mercado de autos autonomos podría llegar a ser de u$s 200.000 millones, las ventas de Tesla pasarían del 8% a representar el 28% para el mismo periodo", sostuvo. Por el lado de Intel, Ruggieri agregó que es el gran proveedor de semiconductores y chips norteamericano, si bien los últimos balances no fueron buenos y hubo retrasos en los procesos de fabricación, el especialista se muestra constructivo con la compañía. "Intel está diversificándose hacia servicios de fabricación para terceros y tecnologías emergentes. Pese a los desafíos y competidores que tiene el rubro Intel cuenta con una gran estructura para poder empezar a mostrar buenos números en el futuro cercano", consideró. Además de la historia, y que el S&P500 se encuentra en máximos históricos, las valuaciones del mercado se encuentran elevadas. El ratio de valuación Price Earning Forward (P/E) del S&P500 se ubica por encima de 22 veces ganancias, lo cual implica que el mismo se ubica bastante lejos de su promedio de 5 años (20 veces ganancias), así como también de su promedio de 10 años de 18,5 veces ganancias. Dicho de otra manera, las valuaciones en el mercado americano lucen elevadas, ya que a su vez, se encuentran cerca del pico máximo reciente alcanzado en 2021, tras el fin de la pandemia, cuando el S&P500 llegó a operar con un P/E de más de 23 veces ganancias. Esto implica que, con un historial en contra y con valuación altas, los analistas ven oportuno mantener cierto grado de cautela. Los analistas de Balanz indicaron que la recuperación del S&P 500 se mantiene, pero sus valuaciones y concentración siguen elevadas. Bajo este panorama, desde la compañía priorizan la diversificación hacia índices alternativos al S&P 500 en EE.UU., así como también una mayor diversificación geográfica. "Continuamos viendo atractivo en la diversificación hacia mid-caps en EE.UU., estrategias de igual ponderación dentro del S&P 500 y de altos dividendos. Además, favorecemos la diversificación hacia mercados desarrollados en un entorno de debilidad del dólar. Para perfiles más agresivos favorecemos también la diversificación hacia emergentes", dijeron. Finalmente, y sobre el potencial adicional en las acciones en Wall Street, Theo Sojo, Head de Research de Sailing Inversiones, advirtió que el principal riesgo en el contexto actual proviene de las elevadas valoraciones del mercado accionario estadounidense y de un déficit fiscal creciente que luce insostenible en el largo plazo. "El ratio P/E del S&P 500 se ubica cerca de los niveles alcanzados durante la burbuja tecnológica del año 2000, lo que indica que gran parte del optimismo (Inteligencia Artificial) ya está incorporado en los precios, dejando al mercado vulnerable ante cualquier shock negativo", alertó.