

Contra todas las apuestas de analistas e inversores, el Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central de Brasil (BCB) subió ayer la tasa Selic de referencia 25 puntos básicos hasta los 11,25%. La medida, calificada como "audaz" por Barclays y como "positiva" por Banco Espirito Santo pone a la política monetaria del gigante sudamericano a trabajar en contra de la inflación, aún a costa de la endeble actividad económica del país y a pocos días de la reelección de Dilma Rousseff. Ayer mismo, la Reserva Federal de los Estados Unidos dio por terminada su política de estímulo fiscal y la señal brasileña puede ayudar a sostener al real brasileño en ese contexto.
"Aparentemente, los miembros del Copom han reconocido finalmente que la dinámica inflacionaria es mucho peor de lo señalado en el último informe trimestral de inflación", analizó el banco Espirito Santo y estimó que la suba de tasa sumará 75 puntos básicos más en el futuro cercano, hasta llevar a la Selic al 12%.
"Creemos que esta movida del Banco Central está muy enfocada a intentar recuperar credibilidad y anclar las expectativas de inflación, y muy probablemente esté acompañada por más subas en las próximas reuniones, en nuestra opinión", coincidió un mail de Barclays.
Cuarenta y tres economistas consultados en un sondeo de la agencia internacional Reuters esperaban que el banco central mantuviera su tasa de referencia Selic sin cambios en un 11 por ciento.
Después de derrotar el domingo por un estrecho margen al senador centrista Aécio Neves, Rousseff se comprometió a cambiar su equipo económico y a modificar sus políticas para reactivar a la economía.
Analistas sostienen que la suba de tasas es necesaria para desacelerar el consumo, que ha llevado a la inflación por sobre un 6,5%, el techo de la meta oficial.
La autoridad quiere mantener la inflación en el centro del rango meta de entre un 2,5 y un 6,5 por ciento.
La fuerte depreciación del real, que ha caído más de un 12% frente al dólar desde septiembre, también está aumentando la presión inflacionaria. Un real más débil encarece las importaciones.













