Cuando la Corte Suprema de EE.UU. determinó, a fines de 2010, que las corporaciones podían gastar cantidades ilimitadas de dinero para influenciar las elecciones, varios miembros de ambos partidos políticos, incluyendo al presidente Barack Obama, predijeron que la decisión podía transformar la política estadounidense.

Esto quedó probado el martes pasado, cuando se dio información sobre los donantes acaudalados que dieron su dinero a los candidatos y a los grupos de campaña de un nuevo tercer partido surgido tras la decisión.

Alrededor de 60 individuos ricos y compañías entregaron más de u$s 100.000 cada uno a un super-PAC (PAC es la sigla en inglés correspondiente a Comité de Acción Política) que apoya a Mitt Romney, cuya victoria del martes en la primaria de Florida consolidó su posición al frente de la competencia por la nominación republicana para las elecciones de 2012.

Los llamados Super PAC están en el centro de la turbulencia en la campaña de este año. Formados tras la decisión del alto tribunal, son comités de acción política convencionales potenciados por su capacidad de recibir donaciones corporativas sin límite y de gastar dinero hasta el mismo día de las elecciones. En cambio, los individuos pueden donar sólo u$s 2.500 a las campañas formales.

Aunque anteriormente los indiv

iduos podían financiar grupos externos, la decisión de la Corte transformó las campañas al eliminar las restricciones a las empresas y a la difusión de avisos, ya que antes debían suspenderse bastante antes de los comicios. El único obstáculo para los Super PAC es que no pueden coordinar el gasto con el equipo de campaña del candidato, pero eso no impidió que jugaran un papel crucial en las primarias republicanas.

Los Super PAC que apoyan a Romney y a Newt Gingrich, el ex presidente de la Cámara de Representantes, están dirigidos por ex asociados a la campaña o emplean a ex miembros del personal, lo que crea dudas sobre su autonomía. La independencia de los Super PAC es una farsa, dijo Norm Ornstein, del American Enterprise Institute.

El Super PAC que respalda a Romney recaudó u$s 30 millones, lo que permitió que su gasto de campaña superara cinco a uno al de Gingrich en Florida. La lista de donantes al Super PAC pro Romney Restore Our Future parece el Quién es quien de los hedge funds.

El donante que más dinero dio fue el empresario de Texas Harold Simmons, quien ofreció un total de u$s 8,6 millones, incluyendo u$s 7 millones a un grupo del tercer partido fundado, entre otros, por Karl Rove, ex asesor de George W. Bush. Simmons también donó u$s 1 millón y u$s 500.000, respectivamente, a los Super PAC que apoyan a Rick Perry, ex gobernador de Texas, y a Gingrich.

Los grupos de Rove han recaudado u$s 51 millones, y buscan reunir más de u$s 200 millones, para oponerse a Obama y los candidatos demócratas.