El BID cierra la billetera y pone bajo la lupa el uso de sus préstamos
En una entrevista con Financial Times, Ilan Goldfajn promete mejorar las relaciones con el personal tras la agitación producida en la administración de su predecesor, define su postura frente a los gobiernos regionales, la estrategia de capitalización y el destino de los créditos
El jefe entrante del banco de desarrollo más grande de América Latina prometió mejorar la efectividad de sus préstamos y trabajar para levantar la moral en la institución después de un período difícil.
Ilan Goldfajn, quien asumió el cargo de presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a principios de este mes, le dijo al Financial Times que la organización necesitaba mejorar los resultados de los préstamos después de que una evaluación interna mostró calificaciones positivas para sólo poco más de la mitad de sus proyectos completados.
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Goldfajn afirmó que el banco dirigiría más préstamos para abordar las necesidades sociales como la pobreza y buscaría un mayor diálogo entre su personal, la junta directiva y los 48 países miembros al tomar decisiones.
"Estamos en un mundo polarizado y mi elección es un símbolo de este nuevo BID que busca el consenso", dijo Goldfajn en una entrevista. "Creo que el BID tiene un papel bastante importante que desempeñar con respecto a los temas sociales".
Quién es el nuevo presidente del BID
Goldfajn, un exjefe del banco central brasileño y alto funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI) conocido por su estilo reflexivo y mesurado, enfrenta grandes desafíos en el BID con sede en Washington.
En su informe anual de 2021, el último año del que hay datos disponibles, la oficina de evaluación interna del banco otorgó una calificación positiva a sólo el 53 por ciento de los proyectos completados del BID. Entre los que no alcanzaron un nivel de rendimiento aceptable, algunos no lograron sus objetivos o no tuvieron el éxito esperado, mientras que otros necesitaron más tiempo para dar sus frutos, dijo el BID.
El personal de alto nivel quedó muy golpeado por la agitación que marcó el mandato del presidente anterior.
Mauricio Claver-Carone, un estadounidense de ascendencia cubana, fue impuesto al BID por la administración del expresidente estadounidense Donald Trump en 2020 como su primer líder estadounidense, en contra de los deseos de varios países latinoamericanos más grandes. El puesto más alto del banco tradicionalmente ha sido ocupado por un latinoamericano.
Fue destituido por los gobernadores del BID en septiembre pasado después de que una investigación de ética determinó que era "razonable concluir" que había tenido una relación no revelada con una colega y había tomado acciones laborales para beneficiarla, en violación de las reglas del banco.
Claver-Carone ha negado rotundamente las acusaciones y sostiene que fue injustamente perseguido por su agenda de reforma en el banco, que implicaba reorganizar el personal de alto nivel, promover a América Latina como un destino de inversión para el capital del sector privado occidental y distanciarlo de China.
Los objetivos
El nuevo jefe ha prometido escuchar al personal y fomentar un intercambio de opiniones franco y abierto. "Creo que ser un BID de diálogo, de coaliciones y de construcción de puentes tendrá muchas ventajas".
Sensible al giro político hacia la izquierda de América Latina durante el año pasado, Goldfajn dijo que los préstamos directos del BID, que ascendieron a unos u$s 13.000 millones en 2022, se alinearían en los próximos años con las prioridades de los nuevos gobiernos de la región. "Pobreza. Seguridad alimentaria. Desigualdad. Éstas son prioridades fundamentales del BID".
El BID, cuyos principales accionistas son EE.UU, Brasil y Argentina, daría prioridad a ayudar a combatir el cambio climático y mitigar sus efectos, dijo. El banco también buscaría una mayor integración regional financiando una infraestructura digital y física mejorada.
La estrategia de Goldfajn
Claver-Carone había buscado agresivamente un gran aumento de capital para el banco, pero Goldfajn, quien ganó las elecciones después de que la administración del presidente estadounidense Joe Biden respaldó su candidatura, cree que el BID primero debe mejorar los préstamos existentes.
"Necesitamos ser muy claros sobre el uso del capital y los préstamos actuales", dijo Goldfajn. "¿Son efectivos los proyectos? ¿Están alcanzando sus objetivos sociales, de género, de diversidad y de productividad?"
Agregó: "No basta con mirar la cantidad de dólares que estás prestando. Hay que medir si estos dólares realmente están cumpliendo las metas de desarrollo".
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