Berkshire Hathaway, propiedad de Warren Buffett, ha alcanzado un máximo histórico esta semana, lo que ha contribuido a aumentar su valoración este año en más de u$s 100.000 millones, el equivalente a Ford y Halliburton juntos. El 'oráculo de Omaha', cuyo conglomerado de empresas tiene ahora un valor de u$s 780.000 millones, ha seducido a los inversores a pesar de un trimestre que reveló los efectos negativos del enfriamiento de la economía estadounidense en algunas de las mayores empresas de su cartera, y de las escasas inversiones nuevas. Los inversores más veteranos afirman que hay buenas razones para que las acciones de Berkshire hayan subido un 16% este año. "El hecho de que la economía haya seguido resistiendo, aunque el crecimiento general haya sido moderado, es algo muy positivo", dijo Christopher Rossbach, director de inversiones de J Stern & Co, accionista desde hace tiempo. "[Buffett] tiene un equilibrio muy bueno de exposición a buenos negocios". Entre los inversores que han contribuido a impulsar la acción a nuevos récords se encuentran los operadores minoristas. Los datos de negociación analizados por Goldman Sachs esta semana subrayan este punto: los inversores minoristas han colocado muchas más órdenes de compra que de venta de acciones de Berkshire. Los estrategas de JPMorgan Chase señalaron que había una demanda persistente de las acciones B de la empresa, mucho más baratas, que actualmente cotizan a u$s 357, y de sus acciones de clase A, de u$s 543.680, tradicionalmente un mercado más tranquilo. El análisis del banco mostró que la puja por las acciones B había repuntado especialmente entre los inversores minoristas en los últimos días, con un creciente desequilibrio entre las órdenes de compra y de venta. Es un hecho que se observa a menudo en las acciones de Berkshire; el propio Buffett ha dicho que la gran cantidad de accionistas a largo plazo de la empresa limita la negociación de las acciones. Muchos accionistas llevan años o décadas invertidos en Berkshire. Jay Winthrop, director de Douglass Winthrop Advisors, señaló que la empresa contaba con un "inusual conjunto de accionistas y se inclina en gran medida hacia los particulares y las familias". Los resultados del segundo trimestre de Berkshire de este mes indican lo que está impulsando el entusiasmo. Los beneficios del trimestre ascendieron a casi u$s 36.000 millones, incluidos u$s 10.000 millones de beneficios de explotación, lo que supone un aumento interanual del 6,6% y una medida de la rentabilidad de su amplia cartera de negocios. Los inversores se sintieron alentados por el hecho de que Geico, la unidad de seguros de autos de la empresa, registrara un segundo beneficio trimestral consecutivo tras más de un año de pérdidas. Tampoco pareció inquietarles el informe de Buffett de que había encontrado pocas empresas atractivas en las que invertir y que, en su lugar, estaba inyectando efectivo en deuda pública a corto plazo. Berkshirevendió u$s 8000 millones en acciones en el segundo trimestre y u$s 10.400 millones en el primero. Mientras tanto, los ingresos por intereses de la cartera de u$s 147.000 millones en efectivo y letras del Tesoro de Berkshire van camino de superar los u$s 5000 millones este año. "En estos momentos, quien tenga efectivo se encuentra en una situación muy favorable", afirma Rhys Williams, estratega jefe de Spouting Rock Asset Management. "Eso probablemente juega a su favor". El rendimiento de la cartera de acciones de Berkshire también animó a los inversores: el valor de su participación en Apple creció en casi u$s 60.000 millones en la primera mitad del año tras una fuerte suba de las acciones del fabricante del iPhone. "Es sólo un problema matemático", dijo Winthrop. "Si tienes más del 20% de tu capitalización de mercado invertido en Apple en un año como este, eso moverá el dial en el precio de las acciones deBerkshire". Los inversores dijeron que estos factores compensaban los negativos. El aumento del 6,6% en el beneficio operativo se debió en parte a las recientes adquisiciones de Berkshire, incluida la compra del conglomerado de seguros y juguetes Alleghany. Su participación del 25% en Occidental Petroleum significa que parte de los beneficios de la petrolera figuran en la cuenta de resultados de Berkshire. Los resultados también contenían pruebas de que la economía estadounidense ya no funciona a la velocidad a la que lo hacía cuando las medidas de estímulo impulsaron un repunte posterior a la pandemia. La compañía ferroviaria BNSF de Berkshire, que va de California a Illinois, informó de un descenso de los ingresos por transporte y dijo que la demanda de los consumidores y la industria había caído. La caída del mercado inmobiliario afectó al negocio de productos de construcción de Berkshire, así como a sus negocios de intermediación inmobiliaria y de casas prefabricadas. También informó de "menores ingresos en... casi todas nuestras otras operaciones de productos de consumo", que incluyen la marca de pilas Duracell, la empresa de ropa Fruit of the Loom y la empresa de motorhomes, Forest River. También se produjo una revelación que, en otras empresas, habría sido la noticia principal. PacifiCorp, empresa eléctrica propiedad de Berkshire, advirtió que se enfrentaba a demandas de más de u$s 7000 millones relacionadas con los incendios forestales de 2020 en los estados de Oregon y California, que tenía "pérdidas probables" de u$s 1000 millones y que podría incurrir en "pérdidas adicionales significativas" a medida que los casos avanzasen en los tribunales. Fue un hecho que pocos accionistas plantearon como preocupante. Como suele ocurrir, se centraron más en las decisiones de inversión de Buffett. Darren Pollock, gestor de carteras de Cheviot, afirmó que, si bien el "optimista mercado bursátil está, al menos en parte, detrás de la suba de Berkshire", las ganancias en Apple, sus exitosas inversiones en energía y las empresas de trading japonesas también fueron un factor. "Buffett y su perspicacia vuelven a estar de moda", afirmó. "La percepción del mercado -desde luego no la realidad- con respecto a su capacidad sufre altibajos con el tiempo. En algunas ocasiones en el último cuarto de siglo estuvo de moda que algunos en el mercado creyeran, erróneamente, que Buffett había 'perdido la cabeza'".